Cap 12

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Ptv: cora

   Abrí los ojos topándome con la imagen de las copas de unos cerezos moviéndose al ritmo del cálido viento que soplaba.
 
   Estaba acostada en una grama muy suave  la cual tenía un color verde intenso. Había cientos de flores bonitas a mi alrededor, estaba en una especie de bosque que jamás en mi vida había visto pero era precioso.

  Me senté y de inmediato volví a tocar mi cuello pero para mi sorpresa al ver mis manos estás no tenían rastro alguno de sangre y los cristales de hielo que se formaban en las mismas ya no estaban.

–¿Habrá sido un sueño?– pregunté para mí misma en un susurro apenas audible.

  ¿Entonces como llegué aquí?– Volví a preguntar para mis adentros.

   Mire a mi alrededor tratando de encontrar algo que se me hiciera familiar pero nada de lo que veía sentía haberlo visto antes.

   Me invadió una calidez inmediata lo cual  me hizo pensar en aquel frío que yacía en mis recuerdos.

  Recuerdos...

  Aquel cuchillo era una imagen que sentía tan viva ante mis ojos.

  Entonces... Si todo eso hubiera Sido un perturbador sueño cómo es que hasta mi piel recuerda el roce se aquel metal filoso.

  Ese pensamiento me estremeció y todo volvió, podía acordarme de todo menos...

– ¡Ahg! – puse mis manos en mi cabeza ante aquella punzada que llegó al tratar de revivir mi imagen en esa foto.

–Aquí nunca podrás recordarla– habló con rapidez  la voz de una chica a mi derecha que hizo que diera un pequeño brinco.

   La miré detalladamente, debía tener al menos unos 15 años, era de piel morena, cabello liso hasta la cintura y muy linda, traía puesto un vestido de ceda de color azul que se veía muy cómodo y bonito  y que al igual que los árboles se movía al ritmo del viento.

–¿Q-quien eres tú?– me aventuré a preguntar.

–Me llamo Tara, allá abajo respondía al apellido Mazon– hizo una pausa– Tus hermanos me pidieron que te buscara.

–¿Qué hermanos? ¿E-en dónde rayos estoy? ¿Como llegué aquí? ¿Por qué no puedo recordar mi...– Me interrumpió.

–Donde estás no es un lugar al que se le pueda ser descrito, uno en el que solo puedes recordarte en vida– Me mostré incrédula ante sus palabras, ¿En vida?.

  No, no esto debía ser una broma muy bien planeada.

–Llegaste aquí por las misma razones que nosotros– continuó.

–¿Nosotros? ¿Quién más está aquí?– exigí saber.

   Pensó

–Ven– Me extendió una mano y dudosa la tomé.

   Empezamos a caminar en silencio por un sendero que se fue tornando oscuro por las sombras de los árboles.

–Aquí es– informó aquella delicada voz apartando unas finas lianas que caían de un árbol.

  Lo que Vi a continuación me hizo sonreír.

  Había varías mariposas azules de las que resplandecía un brillo hermoso, volaban por todas partes, no hay manera de describir en palabras su belleza, solo puedo decir que nunca había visto algo tan impresionante y mágico.

–Son...–empecé a decir cuando una pasó volando lentamente frente a mis ojos dejando un destello de luz  y de inmediato oí la risa fugas de un niño– Hermosas– pausé– ¿Qué son? Y ¿A qué te referías con "allá abajo"?, Escucha si esto es una broma no me está causando nada de gracia– advertí.

39 dias para una ultima promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora