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18/08/2015...

  Hoy me levanté emocionada pues es mi 1er día en la secundaria, mis padres insistieron en llevarme pero les dije que me quería ir sola, aunque en realidad me acompañaría mi mejor amigo

  Salí al patio y saqué la bici del garaje emprendiendo camino a casa de Owen, este vivía en un vecindario cerca del bosque a unos 10 minutos de mi casa;
al llegar la sonrisa de su madre me dio la bienvenida

—Hola mamá Elisa ¿Owen ya está listo?— Pregunté sonriente pero antes de que esta me respondiera la voz del mencionado se hizo presente desde atrás

—CORA!!—esbozó casi en un grito antes de saltar a abrazarme

—Si, se encuentra listo— agregó su madre con gracia

   Owen Harris... Un carismático pelirrojo, él y yo siempre fuimos amigos, en realidad ambas partes nos criaron como hermanos por eso yo les digo papás a sus padres al igual que él a los míos

  Lastimosamente hace un año se mudó a este vecindario para estar más cerca de sus abuelos

—Ve por tu bici que llegaremos tarde en nuestro primer día— apuré separándome

—JA-JA-JA— Se rió sarcásticamente— muy graciosa mi amiga, ya encerio, ¿en donde está el auto?

—Emmm, no es chiste, les pedí a mis padres que me dejaran ir sola—este hizo un gesto de indignación y me miro mal— antes de que digas algo, acuérdate que estamos en secundaria, quiero comenzar a valerme por mí misma y que mejor que empezar llendo sola a clases, pero tranquilo, no será siempre, además... Te hace falta ejercicio— añadí lo último acompañado una risa, no era verdad pero me encantó la cara que puso

—Coincido— apoyó su mamá— Owen busca tu bici— este hizo una expresión de pereza y fastidio

—Pero...— lo interrumpió

—Llegarán tarde— le recordó a lo que esté fue a buscarla resignado casi que arrastrando los pies

—Lo acompañé y me quedé en la entrada del garaje mientras el la buscaba

  Miré hacia adelante y me topé con la mirada del vecino del frente, al parecer apunto de salir pues acababa de encender el auto, este al ver que que lo estaba viendo me saludo, yo forcé una sonrisa y le devolví el gesto

  Por ese tiempo le dejé de prestar atención a las quejaderas que tenía Owen

—Ya la encontré— dijo cansado sacándome de mis pensamientos— ¿Que miras?—preguntó extrañado viendo hacia donde yo, este al ver al vecino viéndonos lo saludo alegre de lo más normal

—Tu vecino es... extraño

—Tu eres extraña, te he dicho que dejes de ver tanto investigatión Discovery, no te hará bien— soltó en burla a lo que yo reí

—Bien pero cuando te mate iré a tu tumba y te diré "te lo dije"— le seguí el juego llegando a la calle

—OWEN!— Llamó la Sra Elisa a su hijo desde la puerta

—¿Qué?

—Se te olvida algo— se señaló la mejilla a lo que yo reí por la cara de vergüenza de el

39 dias para una ultima promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora