El proyecto

22 11 0
                                    

Este capítulo lo dividiré en 2 partes porque si no será muy largo, mañana actualizo la siguiente, prepárense que a partir de aquí empieza lo bueno...

Pdt: disculpen si hay errores ortográficos, los iré corrigiendo mañana al igual que he hecho con los otros capitulos

  Caminábamos por aquel sendero, el sonido del cantar de las aves hacía eco por todas partes y la luz del sol se escabullía entre las copas de los árboles dándole una sensación calmada y reconfortante a aquel entorno boscoso, definitivamente era un lugar perfecto para olvidarse de los problemas y que te recordaba cada aspecto bonito de la vida

  Respiraba aquel aire fresco y frío mientras seguía avanzando sumida en mis pensamientos sin siquiera notar que nunca había estado por esa parte del bosque y que hace varios minutos habiamos abandonado el camino original

  Desde pequeña aprendí a desconectarme del mundo inconscientemente, se lo atribuyo a que ese era mi modo de escapar de la realidad cuando pasábamos horas en aquellas salas de espera para verme con mi pediatra, desde que tengo memoria sufría de asma entre otras cosas, como hemoglobina baja, falta de hierro en la sangre, sangraba diario por la nariz (algo de lo que nunca llegamos a saber el por qué debido a que mis padres se concentraban más en las cosas con las que tenía más gravedad), sufría de mareos, dolores de cabeza y bla,bla,bla...

  Debido a lo mismo mis comidas y bebidas eran especiales, en el sentido de que siempre había una alacena de suministros especiales para mis alimentos, eran pocas las veces que bebía lo mismo que mis padres y siempre mis comidas tenían variedad de cosas para subir mi hemoglobina y se me estaba prohibido comer mucho cualquier dulce, bebida o alimento que contuviese algún tipo de colorante o endulcorantes artificiales

  Siempre me pregunte cual era la razón de mis múltiples problemas, no seré doctora ni nada pero ahora estoy un 99% segura que al menos lo del asma (que era de las cosas mas graves que me pasaban) fue a causa de la inhalación de aquel humo tóxico a tan temprana edad

  No fue hasta que cumplí los 11 años que aquello paró, y aunque se que eso es algo que en cualquier momento podría volver, por ahora prefiero disfrutar de que estoy saludable y gracias a Dios viva

  Llevábamos al menos unos 10 minutos caminando cuando la voz de mi acompañante me sacó de mis pensamientos logrando que entrara en cuenta de que no tenía ni la mas mínima idea de en donde estábamos

—Y dime... ¿Tienes 13 años no?—interrogó

  Yo trataba de fingir tranquilidad pero la realidad de todo es que me estremecía un poco no saber en donde me hallaba y era peor el echo de que por andar metida en mis pensamientos causados por la calma tan hipnótica del bosque tampoco sabía como volver y mucho menos por donde nos habíamos metido

—12— corregí en respuesta fingiendo calma mientras veía a los lados tratando de deducir por donde nos metimos—cumpliré 13 en unas semanas

—Eres alta para tener solo 12 ¿cuanto mides? ¿1,59? ¿1,61?

—1,60— inquirí a secas— ¿falta mucho para llegar? No conozco esta parte del bosque y no me siento muy cómoda que digamos—espeté tratando de ocultar mi inquietud lo mejor que podía

—¿Acaso tienes miedo de que te haga algo?— soltó mostrándose ofendido

—NO, no es eso—¿no era eso?— es sólo que nunca había visto esta parte del bosque

—Ummm entiendo, no, ya casi llegamos— dirigió su mirada a mi pecho— lindo collar— señaló

—Gracias... Owen tiene la otra parte de el

39 dias para una ultima promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora