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27/09/2015

  Eran poco más de las 4 de la tarde

  Estaba viendo la lluvia caer bajo el árbol en el que me encontraba con  Soe

  Owen no había venido a clases esta semana porque pesco un resfriado y por culpa de mi amiga aquí presente perdimos el autobús y estábamos empapadas y con frío

—¡Ahg! ¡Maldita sea! No puedo creer que te hayas acordado que dejaste el tlf en el salón minutos antes de que partiera el bus— me quejé frustrada —¡y para colmo el muy puto ni batería tiene!!

—No es que el tuyo nos este sirviendo de mucho—contraatacó

—Para tu información— hice una pausa suspensiva — ¡el mío se quedó en el autobús junto con todas nuestras cosas!— Le recriminé

—Si,bueno, de todos modos después de esto mínimo nos lo quitan por un mes

—¡JA! No lo dudes

  Llevábamos 2 horas esperando a que pasara un auto pero al ser una carretera por el bosque no habíamos tenido mucha suerte

  Todo ocurrió porque el chófer se bajó del bus (a fumar creo) antes de partir y ahí Soe se dio cuenta que no tenía su teléfono así que me obligó a bajarme con ella y al volver ya el bus no estaba y el colegio había quedado aparentemente solo, decidimos irnos a pie pero en el trayecto nos cayó el aguacero encima

¿Hermoso no?

  En fin... Nos metimos bajo este árbol junto a la calle porque la idea de entrar al bosque con esta neblina me parecía peligroso, aunque a decir verdad a la loca esta parecía que le importaba más que no se le dañara el tlf a que la matara algún animal salvaje o algún loco porque me quería obligar a irnos por ahí pero ni loca iba a aceptar

—Oye...— me llamó viendo a un lado de la carretera

  Yo la miré con los brazos cruzados por el frío y el ceño fruncido

—¡¿Ese no es el auto del profesor Robert?!

Miré

— Si —afirmé desinteresada— ¿Y?

—Ahg— rodó los ojos y se puso en medio de la calle

—¡¿Qué haces?!

—Nos  salvo de quedar aquí hasta la noche o morir de hipotermia ¿Que no es obvio?— respondió con obviedad empezando a agitar sus brazos, este se detuvo

—Hola! Vaya, ¿Qué hacen ustedes por aquí a estas horas?

—Podría preguntar lo mismo— hablé tratando de sonar cordial

  Soe ya se encontraba asomada por la ventana del copiloto

—Estaba entregando las últimas calificaciones de mis estudiantes de preparatoria—aclaró con normalidad

—¿Podría llevarnos?—preguntó mi amiga en súplica mojándose con la lluvia—es que no pasa ningún carro y está empezando a hacer frío

—¡Claro! Eso ni se pregunta, suban yo las llevo— respondió ¿Entusiasmado?

  No tuve chance ni de negarme pues ya Soe estaba dentro así que miré por última vez el coche y no muy convencida me monté en el asiento trasero mirando todo para después sumirme en mis pensamientos, lo último que oí fue a Soe contándole como y por que nos había dejado el autobús

  Unos 5 minutos después volví a la realidad y noté que en la parte trasera habían cosas como palas, guantes, cuerdas y unas bolsas negras, el resto eran cosas que parecían para construcción o jardinería

39 dias para una ultima promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora