Destino Erótico | Bangtan

Unusual gift ; M.YG & P.JM

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| • un regalo inusual • |

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—¿Lista? —me pregunta, Jenny, entrando en mi habitación mientras se coloca un pendiente en su oreja izquierda. Hace una mueca al ver que aún me encuentro en pijama— Pero si ni siquiera te has arreglado.

—Te dije que no pienso ir —paso la página de la revista que estoy leyendo sobre mi cama deteniéndome en un artículo de cocina.

Me mira con un gesto desaprobatorio y se acerca a mí para después quitarme la revista de las manos con cierta agresividad a lo que yo me quejo. No sé que se ha creído porque mi madre no es.

—Si crees que vas a pasar toda tu vida encerrada en una habitación sólo porque un chico te ha rechazado estás muy equivocada, Diane. Las cosas se superan, no puedes tenderte sobre la cama todo el día. Reacciona de una vez.

—No era cualquier chico, y lo sabes —le digo, recobrando mi postura. Me siento y me tomo las rodillas—. Llevaba enamorada de él un largo tiempo. Aunque esa parte ya la he superado, ya no me atrae luego de lo que me hizo. Pero me siento algo triste, eso es todo.

Cómo no me sentiría mal luego del tremendo rechazo que recibí por parte de Jungkook. Aquél día llegué a la universidad dispuesta a abrirle mi corazón a un chico por primera vez, y él, en lugar de rechazarme cortésmente, al menos, pues, no, se rió en mi rostro e insinuó que carezco de suficiente belleza. Jamás me sentí tan humillada en mi vida.

Desde entonces, no me apetece otra cosa que estar todo el día en casa. Sé que no soy tan horrenda como Jungkook me ha dado a entender, sin embargo, soy humana, y que alguien exponga comentarios negativos sobre tu apariencia te hace caer emocionalmente.

—Entiendo, se portó como un patán —se sienta frente a mí con una mirada comprensiva—. Es más que eso, es un completo imbécil. Sólo un ciego no te vería atractiva.

—Ay, por favor.

—¿Acaso me llamas mentirosa? —se hace la ofendida— Es verdad, eres la amiga más guapa que he tenido.

Ladeo la cabeza y entrecierro los ojos.

—Jenny... No continúes, cualquier cosa que me digas no me la creeré.

—Está bien, como quieras —se levanta—, pero, eso sí —se pasa el largo cabello rubio detrás del hombro y me sujeta el brazo—, tú vienes conmigo.

De un jalón me separa de la cama y me toma por los hombros.

—Aunque no me creas eres hermosa. Y de una vez te digo que tomes algo de ese armario y póntelo porque ya es suficiente de este lugar. Hoy vamos a salir.

—No quiero hacerlo, estoy bien aquí.

—No, no estás bien aquí, te desperdicias aquí. Jungkook no es el único pez en el mar, quién sabe y hasta te podrías encontrar algo mejor, como una estrella de mar o, —hace una breve pausa—, quizá dos.

—¿Qué? No estoy de ánimos para eso ahora, no quiero una relación.

Alza una de sus finas cejas y me sonríe.