Un Omega Entre Alfas || Allhope

OO4: Maknaes

Si algo que odiaba Hoseok de entrar a la cocina, era no alcanzar la alacena de arriba, odiaba eso, y quería tomar una lata de duraznos en almíbar, últimamente lo dulce le ha estado provocando menos asco.

Taehyung miró con ternura al omega y de manera sigilosa se acerco hacía él, cuando estuvo lo suficientemente cerca, pasó su nariz por la hendidura del cuello y hombro del omega, Hoseok al instante de sentir aquello se giro sobre su eje encontrándose con Taehyung regalándole una de sus hermosas sonrisas cuadradas.

- No hagas eso, ¿quieres? -Hoseok frunció el ceño, cubrió con su mano derecha aquella zona en donde aún podía sentir aquel tacto de Taehyung.

- No se moleste, hyung -mencionó Taehyung-, ¿quiere esto, verdad? -

Hoseok maldijo a Taehyung internamente al ver como aquel alfa tomaba la lata de duraznos y se la mostraba por breves instantes, mientras la mantenía a una altura mayor, estirando su brazo.

- ¡Por supuesto que la quiero! ¡Dámela! -Hoseok se estiró lo más que pudo, pero simplemente no alcanzaba-. ¡Taehyung!

El alfa sonrió al ver lo tierno que se veía aquel omega frunciendo su ceño al no poder quitarle la lata que tanto estaba intentando agarrar.

- No se la daré, hyung -mencionó Taehyung, el omega apretó la mandíbula molesto-, pero... si tanto la quiere -el omega ladeo la cabeza esperando-, se la daré si me da un beso.

- No, no lo haré -soltó un suspiro-, solo dámela y deja estás tonterías, Taehyung.

- ¡No son tonterías, hyung! -el alfa se mostró serio ante Hoseok, y eso no le agradaba en lo absoluto al omega-. Bésame.

- ¡No!

Hoseok empujó levemente a Taehyung para así escapar de allí, bueno, se quedo sin su antojo principal, pero ya no importaba, podía ir al súper mercado y conseguir otra lata para él solo, y comerla en otro lugar para que no le suceda lo que ahora ha pasado, no quería que una situación como esa volviera a repetirse.

- ¡Hoseok hyung! -el omega se detuvo en seco, casi le da una taquicardia al escuchar la voz del maknae de oro tan cerca de él.

- No hagas eso -el omega tragó saliva aliviado de no haber sufrido un infarto en aquel momento-, Jungkook, si no quieres que me muera antes, será mejor que dejes de aparecer así de la nada.

- Lo siento, hyung -el alfa menor se colocó frente al omega-, ¿quiere ver una película en mi habitación?

El alfa menor tenía de compañero de habitación ahora a Jimin, lo bueno era que ya habían dejado de ser tan traviesos, podían dormir todos tranquilos, era lo único bueno, y más ahora que tuvieron que moverse todos debido a que el omega había decidido estar en su habitación solo.

- No, gracias -mencionó Hoseok en respuesta-, quiero dormir.

- Entonces, ¿quiere dormir en mi habitación? -Jungkook nunca pedía eso, a nadie se lo pedía, es más ni siquiera él quería que alguien se metiera en su cama, y ahora estaba cambiando eso.

- No, quiero estar en mi habitación -mencionó Hoseok, iba a pasar de largo al alfa menor pero sintió como lo aprisionaba en un abrazo por su cintura y lo atraía para poder abrazarlo por completo-. ¡Jeon Jungkook!

- ¡Vamos, hyung! -mencionó con una gran sonrisa el maknae mientras caminaba levantando un poco a Hoseok para que no le impidiera caminar.

Por supuesto que Hoseok estaba tratando de zafarse, ¿desde cuándo Jungkook tiene más fuerza de lo normal? Esas largas horas en el gimnasio si que daban resultado, Hoseok por fin después de un par de metros, decidió rendirse, pues era inútil sus esfuerzos, e inclusive sintió que el agarre en que lo tenía Jungkook había incrementado su fuerza, así que de mala gana se dejo llevar por Jungkook hacía aquella habitación perteneciente tanto a Jungkook como a Jimin.

En cuanto Jungkook empujó con su pie la puerta, borró su sonrisa al percatarse de que allí estaba Jimin mirando la televisión en el sofá de tres personas mientras comía unas cuantas palomitas, ¡se suponía que solo serían él y su omega! Maldito Park Jimin.

Jimin miró hacía la puerta, y en cuanto vio al menor abrazando a su omega, se molestó, pero solo disimularía que no lo estaba, pero por dentro quería gruñirle y gritarle a Jungkook que soltase de inmediato al omega.

- ¿Por qué estás aquí? -preguntó Jungkook mientras soltaba a Hoseok, pero no se apartó de la entrada para evitar que el omega intentará escapar.

Hoseok chasqueó la lengua fastidiado, cruzo sus brazos, Jungkook es un malvado por no dejarle salir, y para colmo, Jimin está igual en la habitación, definitivamente quería escaparse enseguida.

- Recuerda que no es solo tu habitación, Jeon -respondió Jimin dejando las palomitas en la mesa, incorporándose para poder caminar hacía Hoseok, el omega lo miró solo unos momentos-, ¿Cómo estás, querido omega?

- ¡No es tu omega! -exclamó Jungkook-. Es mío.

Hoseok rodó los ojos al instante, sin más se alejo de esos dos y se sentó para poder agarrar las palomitas él, y comenzar a comer, en verdad tenía hambre.

- No es tuyo, nada lo confirma -mencionó Jimin soltando un gruñido.

- ¿Y acaso tú puedes confirmar que es tuyo? Eres patético Jimin hyung.

- ¿Qué? -Jimin se estaba molestando-. Vuelve a repetir eso, y te partiré la cara.

- ¡Atrévete a hacerlo y seré yo quien te dé una lección!

Hoseok seguía con las palomitas en manos, comía mientras miraba a ambos alfas, le parecía divertida esa situación, claro que ya no fue tan divertida al escuchar los gruñidos y ver las garras preparadas para atacar, de inmediato volvió a dejar las palomitas para correr hacía ellos y ponerse justo en medio, cerró sus parpados con fuerza esperando no salir lastimado por interponerse entre ambos alfas.

Pero no sucedió, en cambio, los dos lo miraron enternecidos, Jimin de inmediato lo abrazo para depositar un beso en su mejilla, haciendo que Hoseok dejase de cerrar lo ojos, luego sintió como Jungkook de igual forma lo abrazaba y le daba caricias a sus cabellos.

- Eres de lo más tierno, solecito-mencionó Jimin sonriéndole.

- Sí, es muy dulce, no pelearemos, tranquilízate -mencionó Jungkook.

De cierta forma Hoseok se podía sentir solo un poco más tranquilo.

- Bien, solo por hoy haré las paces contigo, Jeon, pero ni creas que permitiré que lo toques -mencionó Jimin apartando las manos de Jungkook de Hoseok.

- Si quieres hacer las paces, entonces déjame abrazarlo también.

Hoseok soltó un suspiro.

Bueno, habían terminado viendo una película, Hoseok sentado en medio con un alfa a cada lado suyo, y de vez en cuando pasaban sus brazos por sus hombros para acercarlo a uno de ellos, había sido la película más larga que Hoseok ha pasado en su vida.