Érase una vez un ángel que se enamoró de un demonio y lo llamaron amor verdadero
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"Al FIN Y AL CABO UN DEMONIO NO
SABRÍA AMAR A UN ÁNGEL..."
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Esta historia es i...
No había deseado tanto el ruido, como ahora. La casa que antes tenía dulce calor, ahora se encontraba fría.
Recargado en el sillón notaba solo las luces que entraban desde la calle por la ventana. Ya ni me tomaba el tiempo de abrir o cerrar las cortinas. Levanté la mirada posándola en todas las cosas, en la cocina que dejaron recuerdos, el comedor donde encontrábamos la mejor forma de contar nuestro día a día, hasta de mantener un silencio sin ser incomodo
Posé mi cabeza en el respaldo del sillón dejando salir un respiro que parecía que vaciaba por completo mi alma –Jamás imagine padecer este sentimiento— susurre
De repente sonó mi móvil, encendiendo la pantalla vibrando en la pequeña mesa del centro. Bajé la vista a posarla en el aparato dejando a la vista la leyenda –"llamada de Jinnie"—de inmediato tomé mirando aun la pantalla sin creer volver a ver ese mensaje.
Pero estaba pasando mi corazón se desbocó deslizando el icono sobre la pantalla, para después colocar sobre mi oído el aparato.
--"Jinnie"—preguntaba nervioso
Sólo un silencio se guardo en la línea dejando aun más nervioso al borde del pánico –"¿Jinnie, eres tú?"—volví a cuestionar
--"Ken..."—escuche su angelical voz trayéndome a la vida de nuevo.
⭐⭐⭐
La vez que vi a Jinnie postrado en la camilla del Hospital, después del accidente me dejo un hueco en el pecho. Notando la vulnerabilidad de las personas en un solo ser. Verlo tan delicado, su cuerpo tan delgado y de tez muy blanca casi sin color. Sólo resonaba en su piel los moretones causados por el accidente de carro.
Me fui acercando a la camilla posando mis ojos en ese cuerpo tan delicado y frágil. Que sin querer lleve mi mano sobre uno de sus largos falanges, rozando inconscientemente la piel.
De pronto se escuchó unos pasos adentrándose en el cuarto haciendo que saliera de mi trance
--Buen día. ¿Es usted pariente del joven? – entraba preguntando la enfermera haciéndome girar levemente
--Sí—respondí tajante sin mucho que pensar, para eso vine
--De acuerdo—contesto de inmediato la enfermera mostrando una sonrisa –El joven tiene varias contusiones, una Luxación Acromio Clavicular grado 3, junto a una fractura de tibia. Ya fue operado de urgencia. Después debe ser sometido a una rehabilitación, los datos se le darán cuando se le dé de alta—explicaba la enfermera yo sólo miraba al joven delante de mí
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