Érase una vez un ángel que se enamoró de un demonio y lo llamaron amor verdadero
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"Al FIN Y AL CABO UN DEMONIO NO
SABRÍA AMAR A UN ÁNGEL..."
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Esta historia es i...
No había visto a Nam Joon en estos dos días. Fui acompañado por mis padres al Recinto principal para dejar mi petición, de la cual hoy tenía audiencia para ver la respuesta de mi solicitud, no es que me haya dejado plantado, simplemente no me había presentado yo a ver si él había venido. Tenía tantas cosas de las cuales debía ocuparme, pues no era tan sencilla ésta petición a Dios.
Al fin estaría en una audiencia frente al Creador de todo, y realmente me sentía muy cohibido pues no sé si él se sentiría defraudado con mi decisión. Era hijo de los mayores serafines de toda su corte, de hecho me comenzó a entrar una ansiedad que crecía conforme me acercaban al lugar
Estábamos subiendo las enormes escaleras que eran de un blanco inmaculado, que se notaba a simple vista que brillaban varios destellos al reflejarse la luz. Los tres subimos y las grandes puertas de mármol se abrieron a la par de nuestra llegada, de inmediato me vi en un amplio salón con grandes columnas que se erigían hacía lo más alto del techo.
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Al caminar mis ojos recorrían todo el lugar, a éste lugar he venido dos veces anteriormente. La primera el día que nací, me trajeron para presentarme delante del Creador. La segunda vez, el día de mi presentación para otorgarme el título de ángel Paladín, cosa que lleno de orgullo a mis padres.
Y creo que ésta vez no será de todo su orgullo, miraba de reojo sus expresiones mostrándose completamente serios en todo momento. Bien quien nos viera no dudaría en saber que se trata de un asunto muy delicado.
De inmediato nos adentramos sobre un amplio pasillo, que al final de éste se mostraban las grandes puertas de la Cámara principal que al escuchar nuestros pasos las grandes y monumentales piezas comenzaron a abrirse lentamente, que estuvieron completamente abiertas cuando ya habíamos a ese lugar.
Mis padres se detuvieron apenas llegaron a la línea de separación de la Cámara y del gran pasillo
--Hijo, nosotros no podemos ir más allá-- me posó una mano sobre el hombro mi padre Byul
Yo asentí con la cabeza --Gracias padre-- de inmediato le abracé
Para después girarme a ver el rostro de mi papá Jun, él tenía sus mejillas sonrojadas producto de contener el llanto para después abrazarlo con fuerza.
Él era mi hermoso padre que me dio la vida, me dio la forma en la cual estoy ahora, el inmenso amor del que él poseía. Era merecedor de todo lo bueno, entonces recordé que lo había defraudado como nunca, posé mi nariz sobre su cuello inhalando el olor de su dulce aroma, tan característico y que siempre me acompaño durante toda mi vida.
