Ellos van contra la corriente, siguiendo sus propias reglas. Sin importarles nada, siguen su rumbo. Su destino.
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Créditos imagen de portada: https://hyueart-old.tumblr.com/
Los personajes no me pertenecen, son creación de Haruichi Furudate.
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Estamos ignorando los ojos de todos
Oh, cruzaré la línea primero
Al lugar donde estás, crúzalo
They Never Know - EXO
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Temática: Sexo Público
Tsukishima no era precisamente un fan acérrimo de las citas. Para él algo como quedarse en casa, ver alguna película o simplemente relajarse juntos en el sofá era más que suficiente.
Sin embargo, su novio era Tetsurou Kuroo, quien estaba bastante acostumbrado a salir y meterse de lleno en todo ese mundo de sociabilizar con los demás seres humanos, así que... tenía que acostumbrarse un poco a ello. Después de todo, Kuroo siempre estaba pendiente de lo que a él le gustaba y lo que no, y cumplía sus caprichos. Debía devolvérselo de alguna forma.
Además, tener una cita de vez en cuando no era malo. Pensaría en ello como cambiar de rutina, al fin y al cabo llevaban más de dos años juntos y uno viviendo bajo el mismo techo.
—Jamás pensé que me invitarías a ver a una película, Tsukki —comentó Kuroo de repente, sorprendiéndolo.
El pelinegro vestía un jean de color carmesí junto a una camisa blanca y una chaqueta negra y, debía admitirlo, se veía bastante bien. Él, por su parte, se había decidido por un pantalón sencillo junto a un suéter cálido ya que aquella noche hacía frío. Y por supuesto, no podía faltar la bufanda que solía rodear su cuello, usando justo ahora una que Kuroo le había regalado.
Tsukishima le lanzó una mirada furibunda al pelinegro, quien no hacía más que sonreír con complacencia. De verdad se veía contento, produciéndole una sensación cosquillosa al rubio; demonios, era débil a su sonrisa.
—¿Por qué me miras así? Solo estoy feliz de que hayas tomado la iniciativa para algo así —respondió Kuroo, encogiéndose de hombros.
Ambos tenían los brazos ocupados con los refrescos y las palomitas mientras se dirigían a la respectiva sala donde verían la película. Al ser un día de semana el cine no estaba muy lleno, cosa que le convenía bastante a Tsukishima porque no era bueno manejando multitudes. La película que verían también era una que al parecer no estaba de moda, pero Kuroo y él eran aficionados en ver películas de dudosa calidad para luego burlarse de ellas. Era una de esas pocas cosas en las que coincidían.
—Sí, pero lo has mencionado más de diez veces —masculló bajito, frunciendo las cejas—. Eres molesto.
La risa de Kuroo no tardó en escucharse, acercándose para hablarle en el oído. Antes de eso, se aseguró en que sus labios tocaran el lóbulo de la oreja y sopló con suavidad, provocándole un estremecimiento en todo el cuerpo.
