Solo Una Noche

Capítulo 1

—Puedes conseguir a alguien mejor— trato de animar su mejor amigo.

—¿Y dónde? Ya tenemos casi 35 años, tu ya estas casado y yo pensaba casarme con ella— dijo Otabek frustrado.

—Pero fue mejor que descubrieras que te engañaba ahora y no después cuando le propusiera matrimonio— reflexiono Jean.

—Eso no me consuela en nada— dijo molesto.

Otabek Altin era un hombre maduro, guapo, con buen cuerpo, ganaba un buen sueldo y al parecer ahora soltero. Había tenido una relación de casi 5 años con su novia, después de todo ese tiempo sentía que era momento de dar el siguiente paso, un embargo, hace una semana la descubrió siendo infiel.

—Pero no es momento de pensar en ella...te traje aquí para proponerte algo— interrumpió Jean, saco el celular de Otabek y lo desbloqueo.

—¿Qué estás haciendo?— pregunto al ver que movía muchas cosas.

—Primero que nada, borre y bloquee todas las formas de contacto posible con ella— respondió decidido.

—Debo agradecerte por ello, yo no hubiera tenido el valor de hacerlo— dijo sin quitarle la vista de encima.

—Y ahora vamos a buscarte una pareja— declaró decidido.

—Mira...esto se llama Tinder, si te hacemos un perfil podemos conseguirte una cita— le explico con cuidado.

—Se lo que es Tinder, no soy un anciano y no me parece que sea una buena idea— respondió Otabek.

—Bueno, no digo que vas a encontrar al amor de tu vida con solo estar mirando perfiles pero si puedes tener un encuentro casual— dijo Jean regresandole su celular.

Otabek suspiro y acepto hacerlo, comenzó a crear su perfil y después de unos minutos todo estaba listo.

—¿Ahora a esperar?— pregunto Otabek queriendo guardar su celular.

—No...vamos a buscar a alguien interesante— respondió Jean quitandole el celular.

—¿Qué tipo de personas te interesan? ¿Mujeres de tu edad? ¿Un poco más jóvenes? O....— alargo la última palabra acercándose para hablar más bajo.

—¿Quieres volver a la época de universidad y buscamos a un hombre?— insinuó molestandolo.

—Eso fue hace tiempo y solo fue un chico además de que estaba ebrio...Nunca vas a olvidar eso ¿cierto?— dijo irritado.

—No...eso fue divertido y recuerdo bien que saliste del baño diciendo que había sido el mejor sexo que habías tenido— respondió Jean divertido.

—Estaba ebrio...y si fue el mejor porque no había tenido sexo en meses— levantó un poco la voz llamando la atención de algunos.

—Pero apuesto que ahora estas así...tal vez no meses pero si semanas, nada pierdes con intentarlo y sirve que te desahogas y tachas eso de tu lista de experiencias porque seguramente no recuerdas nada de ese encuentro— dijo en voz baja tratando de disipar la atención.

—Bueno tu ganas...solo para que dejes de molestarme— Otabek suspiro y tomo su celular.

Comenzó a revisar los perfiles, topando con algunas chicas lindas mezcladas con algunos perfiles de chicos que solo buscaban cosas de una noche. Estuvo mirando durante unos minutos mientras seguían hablando sobre su día hasta que un perfil le llamó la atención. Era de un chico, no mostraba su rostro pero si el resto de su cuerpo.

No tenía camisa mostrando su delgado torso que termina en una hermosa y pequeña curva hacia sus caderas, por sobre sus delgados hombros caía las puntas de un mechón de cabello rubio, su piel era blanca casi pálida, un encanto sin duda que se preguntaba si en verdad era un chico.