Primera: poco antes del examen final

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Advertencia: Si no les gusta el Kacchako, lean cualquier otro de mis fics. Aquí se es multishipper, tengo mucho material.

***

'Cause I'm T.N.T., I'm dynamite
T.N.T., and I'll win
the fight
T.N.T., I'm a power load
T.N.T., watch me explode

T.N.T, AC/DC

***

Le pareció que sería un buen ejercicio antes de sus exámenes finales y así fue como se lo planteó a Aizawa. Sabe que no ha puesto tanta atención en combate y es una de sus debilidades. Pero hablando con Deku ha descubierto que tenía más potencial del que había creído al principio.

«¿Por qué Bakugo?», preguntó Aizawa.

«Me tomó en serio».

Iida siempre está demasiado preocupado por no lastimarla y, aunque se toma en serio el entrenamiento, también le irrita que la corrija todo el tiempo y le pregunte si se encuentra bien. Quizá es sólo su forma de ser, pero Ochako necesita a alguien que no se preocupe por su fragilidad. Deku tiene sus propios problemas —dejar de romperse huesos— de entrenamiento. Kaminari y Sero son buenos, pero no dejan de verla como «una chica» —a pesar de que Kirishima los regañe y recalque que las chicas pueden ser valientes y varoniles también—. Es irritante.

«¿Y los demás...?».

«A veces tienen demasiado miedo de lastimarme. Como si fuera frágil».

No ha preguntado a las demás chicas si les ocurre lo mismo con algunos de sus compañeros. Le dolería saber que sí. De momento, se lo guarda. Ni siquiera sabe si Bakugo va a aceptar.

«Bien».

Aizawa le dio el pase para poder usar un campo de entrenamiento.

«Si alguien no te toma en serio», le dijo al entregárselo, «dime».

Uraraka asintió.

Ese fue el primer paso.

Ahora está frente al segundo y no está muy segura de que vaya a salir bien. Se ha fijado en Bakugo. Lo observa mucho más después del festival deportivo. También lo entiende un poco más —aunque su fijación con Deku todavía se le escapa, hay demasiada historia allí; lo único que saca en claro es que ambos se conocen como ningún otro—. Es competitivo y respeta a sus oponentes dando lo mejor de sí. Quiere ganar en sus propios términos. Y rechaza las victorias si no gana lo que él considera limpiamente.

Sí, quizá ha pasado más tiempo de lo normal analizándolo, pero Deku también hace eso. La estrategia funciona.

Así que espera al final de clases.

Lo encuentra en un pasillo.

—¿Bakugo?

Nota que lo agarra desprevenido porque cuando alza la cabeza, le parece atisbar a un Bakugo más amable que el que usualmente está presente. Dura sólo un momento y luego frunce el ceño.

—¿Qué quieres?

Ochako respira hondo.

—Una revancha. —Se esfuerza en poner una expresión segura—. Del festival deportivo. —Saca el pase de la bolsa del saco—. Conseguí que Aizawa me lo diera. Podemos entrenar después de clases.

Bakugo sonríe a medias.

—¡Voy a volver a ganarte!

***

Repasa todas las estrategias que se le ocurren para vencer a Bakugo. Pero él es muy bueno y Ochako no tiene muchas ideas de por dónde abordar exactamente el asunto esa vez. Bakugo la toma como cualquier oponente serio y se niega a decepcionarlo en ese sentido.

(No sabe por qué, pero la imagen de Bakugo con la chamarra del uniforme de Todoroki aferrada, desesperado por conseguir una victoria limpia y en igualdad de condiciones está grabada en su retina).

Así que le da una pelea justa. Lo entrega todo de sí aunque no sea una competencia. Ha aprendido cosas después de su experiencia con Gunhead. Sabe que es un poco más fuerte. Lo siente en cuando empiezan y Bakugo se lanza en pos de ella sin darle ni un momento para respirar.

Eso está bien, de hecho. Los villanos no le dan tiempo a uno de respirar. Así que está bien.

Lo único es que no tiene una estrategia definida y no es demasiado rápida para pensar cuando Bakugo ataca con tanta velocidad. Lo esquiva con facilidad, aprovechando el desastre que deja detrás de él para juntar rocas con las que pueda atacarlo después. Es la misma estrategia que usó la última vez. Sólo que ahora es más fuerte y también sabe dar puñetazos mejor. Eso es una mejora, ¿no?

Sí.

Bueno.

Contra Bakugo quizá no.

Porque acercarse a él es difícil. Duda poder sorprenderlo de nuevo, pero si pudiera tocarlo... Si pudiera tocarlo y a la vez liberar todo el cascajo que mantiene alejado de él, seguro lo haría perder la estabilidad y podría derribarlo antes de que tuviera tiempo de reaccionar.

Posibilidades, posibilidades.

Apenas si puede considerarlas.

Es difícil cuando un chico rubio está gritando «¡MUERE!» dirigiéndose hacia a ti.

Ochako frunce el ceño, se planta en la tierra, y esquina el golpe. Bakugo pasa por encima de ella y ella se agacha, tan pequeña como es, aprovechando para usar todo el cascajo posible. Después, no espera. Corre decidida a dar un golpe y enfrentar al peligro a la cara. Pero Bakugo también es más rápido que en el festival deportivo. Apenas un poco. Pero eso es suficiente.

—¡MUERE!

Apenas si puede esquivarlo.

No, más bien: corrección, no puede y acaba con parte del pantalón del uniforme de deportes quemado.

Cree que será capaz de tocarlo y, en un descuido, pierde el piso y todas las rocas que ha hecho levitar se liberan de su poder. No fue capaz de tocarlo, así que Bakugo sigue plantado en la tierra cuando todo empieza a caer y, aunque en principio parece que lo toma por sorpresa, sólo alza una mano al cielo y suelta una explosión tan grande que Uraraka está segura de que la mano le dolerá por días.

Aprovecha que Bakugo tiene que usar toda su fuerza cuando hace eso y se lanza contra él. Logra derribarlo, pero ella misma tropieza y cae sobre él. Antes de poder hacerlo levitar o hacer que pierda la estabilidad, él lanza una explosión con la mano que aún no está en el límite e invierte las posiciones.

Queda encima de ella. Una pierna sobre sus piernas. Una mano evitando que mueva un brazo. Una pierna en la otra.

Respira con pesadez.

—Gané otra vez. —Sonríe de lado—. Uraraka.

El resto del tiempo usa cualquier apodo para referirse a ella. Pero cuando están peleando la reconoce como un igual. Eso hace que el estómago de Uraraka de vueltas, nervioso.

Bakugo la reconoce como contrincante.

—No debiste de intentar lo mismo.

—¡No era lo mismo!

—Acabó siéndolo —espeta Bakugo. Hay una pausa y todavía no se quita de encima de ella y Uraraka descubre que huele a quemado y a algo dulzón. Nunca antes lo había notado—. Golpeas más fuerte —dice después, en voz más baja. Como si eso lo hubiera pensando después.

Entonces, por fin se quita de encima y Ochako respira con alivio y claridad, aunque el aroma de Bakugo se queda en el ambiente. Él la mira un momento antes de empezar a caminar.

—¡No voy a ayudarte a levantarte si no estás herida! —espeta.

A Uraraka no le importa. Puede caminar perfectamente. Tiene que pensar en una venganza.

(Y, extrañamente, se siente un poco más confiada acerca de su examen final).

Bakugo vs Uraraka [Kacchako] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora