Adaptarse

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Había pasado dos meses desde que llego a esa cabaña, ya no se sentía asustado; Kirishima se portaba muy amable y complaciente con el asiéndolo sentir especial en todo sentido, lo adulaba casi siempre recalcándole lo hermoso que era y lo consentía en lo mas mínimo, 

El varón salía solo los sábados a reabastecer la cabaña, mas de una vez pensó en irse mientras estaba solo, pero pensar a que solo volvería al encierro en su jaula de oro le hacia cambiar de opinión, y cada que este volvía le traía cualquier regalo

Mientras estaban juntos lo trataba como a un rey atendiéndole en cualquier cosa, le llevaba el desayuno a la cama, lavaba su ropa, cualquier cosa que necesitara Kirishima se lo daba, 

Aunque Kaminari no era tonto, notaba las miradas lascivas que el pelirrojo le lanzaba o la forma descarada en la que se le quedaba viendo el trasero y no iba a negar que esas acciones le hacia crecer un poco su orgullo, pero aunque Kirishima lo devoraba con la mirada jamás lo había tocado de forma indecente, ni siquiera cuando se bañaban por que se bañaban juntos y dormían juntos. 

Kaminari no iba a negar tampoco que el pelirrojo era atractivo y tampoco iba a negar que le gustaba al punto de no querer separarse de el, no solo su físico que estaba para comérselo si no también su forma de ser, este era siempre alegre y llevaba una sonrisa, hacia un puchero al recordar como este le habia dicho que no necesitaba forzarlo, cuanta razón habia tenido

En una ocasión el rubio había despertado de madrugada y noto la cama bacía, asustado se levanto a buscar al pelirrojo encontrándolo en el baño, al principio solo escucho ruidos y se asusto al pensar que le había pasado algo pero al asomarse a la puerta encontró al pelirrojo con los pantalones abajo masturbándose mientras gruñía, el mayor tenia una de sus camisas y la olía mientras se tocaba, los colores se le subieron al rostro y corrió a la cama de nuevo, jamás habia visto algo como eso, sentia vergüenza, felicidad, nervios de saber que el provocaba eso en el de dientes afilados 

Kirishima desde un inicio le habia dicho que lo quería en todo sentido y fue muy claro cuando dijo que iba a follarselo, esa noche durmió con una sonrisa y desde ese momento movía sus caderas disimulada mente al caminar por la cabaña o dejaba caer las cosas para agacharse frente al pelirrojo, y también se comportaba mas cariñoso con el tipo, quien emocionado recibía gustoso los cariños del rubio, habia visto muchas películas y actrices donde hacían esas jugadas para atraer a su interés amoroso.

Se encontraban viendo una película cualquiera ambos acostados en el sofá, el rubio recostado sobre el pelirrojo, esta estaba por terminar y el rubio se removió levantándose ligeramente notando que el pelirrojo estaba dormido lo observo durante un momento y se levanto lentamente para acercarse al rostro de este, con su cuerpo tembloroso junto sus labios ligeramente separándose al instante para ver si el mayor no había despertado, al ver que no lo había hecho volvió a besarlo esta vez moviendo sus labios como había visto hacerlo a su nana con el jardinero, (no lo culpen pues el nunca habia besado) su corazón se detuvo a sentir su beso correspondido y su cintura acariciada levemente encontrándose con esa mirada borgoña que lo desvestía a cada minuto.


Editado 13 de junio del 2023

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