Al fin lo tenia, era suyo estaba con el y así seria de hoy en adelante, tenia tantos planes para ambos, estaba malditamente feliz, aun en esa vieja oficina en desuso observaba al rubio dormido entre sus brazos, de cerca era mucho mas hermoso, su piel era tan blanca y suave, su cuerpo se miraba tan frágil y pequeño a comparación al suyo tan grande y musculoso, sus labios carnosos y rosados, tan brillantes, era perfecto y solo era suyo
Lo llevo con cuidado al auto que tenia atrás del edificio, salió por la salida de emergencia para que nadie lo viera, se había asegurado de evitar cada cámara que había en el lugar, lo acostó en el asiento de atrás como si se tratara de la muñeca de porcelana mas frágil del mundo, el pañuelo tenia suficiente droga como para que despertara hasta la noche así que no tenia que preocuparse.
Salir de la cuidad fue de lo mas fácil, el edificio casi no tenia personal de seguridad ya que recién lo habían comprado y aun no se habían trasladado del todo.
Ya tenia todo preparado el lugar donde lo ocultaría era en una cabaña a las afueras de la cuidad con un gran bosque a su alrededor, seria imposible encontrarlos, no habían casas cerca y Denki jamás salía sin sus padres por lo que no había conexión, la cabaña no era ni tan pequeña ni tan grande pero la había arreglado de la mejor forma posible y lo mas lujosa que pudo para que su doncel se sintiera agusto. Haría lo posible por que el rubio estuviera feliz
Luego de casi tres horas de camino llegaron a la cabaña donde Kirishima lo saco del auto y lo subió a la habitación que ambos usarían, una vez ahí lo acostó con mucha delicadeza arropándolo con una de las cobijas que tenia, estas eran de ceda Kirishima creía que eso lo haría sentir cómodo.
Bajo a la cocina para preparar una deliciosa cena que fuera digna de su hermoso ángel, no podía esperar a que despertara
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Denki despertó con un gran dolor de cabeza, lo ultimo que recordaba era entrar a esa abandonada oficina, observo a su alrededor y noto que esa no era su habitación recordó lo que paso antes de caer dormido y se alarmo comenzando a revisar todo su cuerpo aliviándose un poco que siguiera igual a como esta en la mañana, no sentía nada raro en su cuerpo a si que suponía estaba bien
Volvió a ver la habitación en la que se encontraba era un poco grande de color caoba, había una cama grande para dos personas, dos mesitas de noche una a cada lado de la cama, las cortinas de la ventana eran rojas. Habían dos puertas suponía que una era el baño y la otra la salida, también había un gran guarda ropa.
Se preguntaba como había llegado ahí, la habitación era acogedora, había visto una que otra película de secuestros y no eran así, no estaba atado y tampoco estaba desnudo, lo habían engañado?
La puerta fue abierta sobresaltándolo y sacando al rubio de sus pensamientos pudo observar a un chico pelirrojo de contextura grande que traía una bandeja con comida, el era ligeramente moreno, muy bien dotado y sus ojos eran color granate "Que sexy esta el desgraciado, esta para comérselo" pensó Kaminari quien no era muy inocente que digamos, había trabajado con muchos hombres alrededor de toda su vida y sabia apreciar lo bueno
-Oh! despertaste- dijo el chico sonriendo y Kaminari noto una sonrisa afilada que le dio escalofríos.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Editado 21/03/23
ESTÁS LEYENDO
Estocolmo
Hayran Kurgukirishima era egoísta solo lo quería para el y nadie mas, y haría lo que fuera para tenerlo.