𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝐼𝐼

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No era un secreto para ninguna de las dos parejas de padres que sus hijos estaban creando una hermosa amistad. Para arlene ver a su hijo así de feliz era bastante satisfactorio y no le importaba el tener que soportar a los molestos padres del adorable casi albino.

La madre de Khun aceptaba sin ningún problema que aguero se la pasara en casa de los grace incluso dormía de vez en cuando ahí y es que eso le beneficiaba no sólo el niño si no también a ella que podía darse sus escapadas de vez en cuando pero esta vez se había sobrepasado.

Ya habían pasado dos semanas desde que la mujer llegó a la casa de arlene entregandole a su hijo con una maleta pequeña.

"-No tardaré, pasaré por el en tres días, por favor tu eres madre y se que cuidaras muy bien de mi hijo-"

Esas fueron las palabras de la mujer que luego de darle un beso en la frente a su hijo se fue. Al ojizafiro no le importaba de a mucho de echo en ese momento bam lo arrastro a su habitación y le ayudo a acomodar sus cosas, las cuales eran bastantes como para tres días y eso el padre de bam lo noto.

— mi vida esa mujer desapareció del mapa — informaba su esposo después de colgar la llamada con el comandante de policía el cual era un muy buen amigo de juventud — no hay ningún rastro de ella, la última vez se le vio en el aeropuerto el mismo día en que nos dejó a su hijo —

Las sospechas de Arlene eran ciertas en ese caso, la mujer ese día se despidió definitivamente de su pequeño. Algo en su interior le daba esa idea al ver la cantidad de ropa, zapatos y corbatas e incluso empacho dos cepillos de dientes, ¿porque alguien le empacaria dos cepillos de dientes a su hijo?, bueno... alguien que sabía que su hijo estaría bastante tiempo lejos de ella.

— ¿y su padre?,dijo lo que creo que dijo, ¿cierto? — pregunto la mujer mirando a su esposo, el asintió confirmandolo.

— no quiere hacerse cargo, dice que si la madre lo dejo el no tiene porque cargar con el paquete- el corazón de la mujer se rompió con la frialdad de esos dos seres.

¿para qué traer un niño al mundo a sufrir?. Si ellos tuvieron toda las ganas de hacerlo entonces ¿porque no hacerse responsable? ¿porque tener que recurrir al abandono de un pequeño niño que no tiene la culpa? ¿acaso no tienen corazón?.

— ¿qué harás?— pregunto V a su esposa.

— ¿a qué te refieres?—

— bueno... lo dejaron con nosotros, ¿piensas dejarlo aquí? —

— ¡pero porsupuesto que si!, ¡¿Que estas insinuando?! — grito alterada la mujer. No pensaba dejar a su suerte al bebe Agüero, como ella le llamaba.

— calmate mujer solo era una pregunta no estoy insinuando nada, ¿podrás cuidarlos a los dos?- pregunto en tono burlón el castaño. Arlene suspiro y le dedico una mirada fulminante — hay pero que delicada — rodo los ojos con fastidio fingido- voy a preparar la cena, tu le dirás a Khun la verdad — ordenó el mayor.

— ¿la verdad de que — pregunto una delicada voz ya conocida para la castaña, era su hijo. Al darse la vuelta pudo ver las pequeñas figuritas de sus dos bebés.

— eh... bueno...— posó su mirada en su esposo el cual nisiquiera había dejado el polvo de su presencia. Aveces odiaba a ese hombre — verás, tu madre... Ella...—

— ¡¿viene por Agüero?! — pregunto asustado bam. Por otro lado Khun no se sorprendería si ese era el caso ya llevaba demasiado tiempo siendo una molestia en esta casa. Sin embargo eso no fue lo que escucho.

— no mi vida — la madre se acercó y se agachó a la altura de ambos tomando entre sus manos la mano derecha de Khun y la izquierda de bam — verás...— Arlene analizaba bien palabras que usaría, no quería ver a uno de sus bebés triste —... Khun se va a poder quedar con nosotros durante más tiempo, podran jugar y divertirse mucho los dos — sonrie notando como sus ojos se ponen borrosos.

— se fue ¿verdad? — Arlene se giro para ver al pequeño Agüero que tenía lágrimas corriendo por sus pómulos — mi papá no me va a aceptar con el, nisiquiera nota que existo... ves te lo dije bam, mis padres me odian, ¡todos me odian! — las lágrimas no parecían detenerse. Arlene lo sujeto entre sus brazos apretandola contra su corazón. Le dolía ver a un pequeño que no tenía la culpa sufriendo por la irresponsabilidad de sus padres.

— Claro que no — hablo el pequeño bam — yo no te odio, mami no te odia y papi menos— decía mientras se acercaba a abrazarlo — papi parece que te quiere más a ti que a mi — mi el niño hizo un puchero escuchando una pequeña risa de su mejor amigo.

— bambi tiene razon pequeño Khun — ahora hablo el hombre mayor de la casa — no sólo en que te quiero mucho si no en que no te odiamos, nos vamos a quedar contigo siempre, ya verás — V se arrodilló y se unió a ese cálido abrazo familiar. Un abrazo lleno de amor, ternura y calidez.

Otra de las razones por la cual Khun comenzó a amar los abrazos pero sólo los abrazos de "su familia" esa nueva familia hermosa que lo acompañaba y estarían con el para siempre.

𝑆𝑎𝑜𝑟𝑖 [𝑲𝒉𝒖𝒏 𝑨. 𝑨.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora