Capítulo 43

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Capítulo 43



NamJoon entró en casa más allá de las nueve y media solo para escuchar la risa de Neul. Eso le dio como mil años más de vida, porque significaba que YiSeo había hecho bien el papel de amiga por primera vez en mucho tiempo. Hasta que no apareció por el umbral y le vieron desde la cocina, no se habían percatado de que había llegado. La isla estaba llena de comida que parecían haber terminado hacía tiempo y mientras Neul disfrutaba de un mero vaso de agua, la copa de vino de YiSeo estaba llena muy por encima de lo que debería.

—Pero mirad quién se ha presentado por fin en casa. —Por suerte, YiSeo no parecía borracha—. No te importará que me termine el vino, ¿verdad? Me ha dicho Neul que llevaba días abierto y semejante vino francés de no sé qué año no puede desperdiciarse así.

—Haz lo que te dé la gana. —Dejó el maletín encima de la isla y miró a Neul—. ¿Qué tal te encuentras?

—Muy bien. YiSeo me ha estado dando compañía todo el día. Hemos hecho muchas cosas.

—Tantas que ya va siendo hora de irse —alegó la mencionada mirando el reloj, dándole un largo trago al vino—. Mañana tengo que ir a la universidad para arreglar unas cosas de la matrícula. No me echéis mucho de menos. —Empezó a moverse de aquí para allá recogiendo las cosas que había dejado desperdigadas por el salón—. Te llamaré mañana a la hora de comer. Responde al teléfono, ¿entendido? Porque si no lo haces me presento en el sitio que estés y te monto la de Dios.

—Vale... —sonrió la otra—. Adiós, ten mucho cuidado.

Cuando estuvieron solos, NamJoon volvió a hablar.

—¿Te has sentido bien con YiSeo?

Ella de pronto suspiró mucho más cansada. Eso en parte era bueno: quería decir que al lado de NamJoon estaba lo suficientemente cómoda para no tener que fingir si estaba bien o mal. Con un tono más realista que no provocó ninguna sonrisa en ella, dijo:

—Mucho. Se ha portado muy bien. Ha estado conmigo en cada momento. Hemos hecho la comida y reiniciado nuestra serie favorita, pero quería hacerme reír todo el rato y ha sido un poco agotador forzar una risa cada vez. Por algunos momentos se me olvidaba qué había pasado en la comisaría, eso sí.

—Veo que has comido. Me alegro por eso. ¿Hoy has tenido náuseas o algo parecido? —Ella solo negó con la cabeza—. Hay que pedir cita para ir a ver qué tal está el bebé.

—¡Es verdad! —saltó ella algo sorprendida llevándose la mano a la frente—. ¿Cómo se me ha podido pasar por alto eso? Pediré cita cuanto antes, mejor en fin de semana para que no estés ocupado, ¿te parece? —Algo en el pecho de NamJoon se sintió cálido. Estaba conmovido que la nueva fuente de felicidad de Neul fuese el bebé. Asintió con la cabeza a la pregunta. Ojalá siempre fuese así, preocupándose de cosas normales—. A todo esto, ¿qué tal te ha ido hoy en...? ¿Pero qué te ha pasado en la cara?

Por fin Neul había podido fijarse en el golpe que tenía NamJoon en la mandíbula. Mostraba aún un color amarillento que en poco se transformaría en violeta. Se bajó de un salto del taburete y rodeó la isla para poder verle de cerca.

—¿Te han pegado? ¿Quién ha sido?

—Tenemos que hablar.

—¿Es que te has metido en una pelea? ¿Ha sido en la empresa? No me digas que ha sido WooRa.

NamJoon bajó las manos de Neul y las agarró.

—Está la cosa bien jodida, Neul.

—¿Qué? ¿Por qué? Ay, Dios. Vamos al baño un momento. ¿Tienes alguna pomada o algo?

Personal Worker » NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora