Capítulo 8: ¿Eres gay?

160 43 168
                                    

— Mamáááá, que es mentira, nunca fume esas jodidas drogas. — reclamo.

Verás, cuando me encontraron en ese lugar con cara de tonta pensando en las palabras que me dijo el idiota pensaron que en realidad estaba drogada. Llamaron a mis padres y me suspendieron por dos días.

Estoy feliz de la vida porque no tengo que enfrentarlo...

A quien engaño, estoy dichosa por no tener que madrugar y dormir hasta pasados el medio día.

Eso es vida.

Pero no me libré de los golpes de chancla de mi madre, no me creyeron. Me amenazaron con meterme a una clínica de rehabilitación, hasta se atrevieron a realizarme un exámen para comprobar si decía la verdad.

¿Su sorpresa?

DIÓ NE GA TI VO.

Pero es que si soy buena hija, como no creen en mi, por Dios.

Estoy super indignada.

— ¿Cómo puedes llamarte mi madre? si no crees en tu propia hija. Ya entiendo, es que me recogiste de la basura, por eso es que nunca me comprendes.

Exagero, porque primero quiero que se disculpe por no creer en mí y segundo debo aprovechar las oportunidades que me da la vida para llevarle la contraria.

¿Qué?

Todos quisiéramos en algún momento de nuestra vida ganar una discusión con las madres, no se me hagan los inocentes.

— Pues claro que te recogí de la basura. Si eres bien rara.

Okeyyyy... Si soy su hija, después de todo saqué su carácter.

Me quedo callada haciendo pucheros por su respuesta, mi hermano se burla porque odia que lo haga, dice que parezco un burro estornudando.

— Lis, de una vez te digo que estás castigada, no me importa que no hayas hecho nada. ¿Estabas en ese lugar haciendo qué?

No me puede castigar, soy inocente.

Pero tampoco le puedo decir que un tipo me llevo y se le insinuó a su adorada hija, armaría un escándalo y que vergüenza. No me da pena nada, eso es cierto, pero mi madre sí que me ha hecho pasar por muchas situaciones que quisiera olvidar.

— Esta bien... - pongo cara triste.

— Tu padre y yo no vamos a estar los próximos tres fines de semana. Nos vamos a una conferencia de "Calidad y promoción de plantas cuidadas"

¿En serio existe tal tontería?

Pero pensándolo bien eso es muy bueno. No tendré que hacer nada, ni aseo a la casa, también me puedo escapar o invitar a Karla a la casa ¡Yes!

No es un castigo es un regalo.

— No te preocupes mi madre hermosa, tu y papá se pueden ir sin preocupaciones, además soy mayor y soy muy responsable. — digo con felicidad.

Mi hermano ríe burlonamente de lo que digo. Pero que tonto.

— Ni sonrías señorita, alguien vendrá a cuidarlos, más a tu hermano pero también a ti, ya sabes que estás castigada.

No lo puedo creer.

— Estás loca mamá, soy lo suficientemente capaz de cuidar de ambos. — contesto resoplando.

— No me hables así, una amiga me recomendó a su hijo, necesita un empleo para los fines de semana, entonces me ofrecí a ayudar.

Okey, Osea que es un chico, puede ser mejor porque si es menor es más fácil de manipular.

MI IDIOTA FAVORITO 🍃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora