"Qué hipócrita soy, escribiendo sobre amor sin haberlo sentido"
Jeongin es un chico muy bonito que desprende una gran aura de inocencia que nadie podría sospechar de su secreto de ser escritor online de novelas yaoi.
Pero a pesar de escribir histori...
Antes de encontrarse con Chan, Jeongin fue al baño para echarse agua fría en el rostro acalorado por el sonrojo.
—Qué vergüenza, para las pocas veces que hablo con Hyunjin hyung y casi descubre mi secreto— musitó apenado Jeongin.
Su vida era un chiste.
Delante del espejo, se secó la cara con un pañuelo y se acomodó el flequillo antes de salir, dispuesto a seguir como si nada.
De camino a la cancha de baloncesto, estuvo pensando aún en lo ocurrido con su hyung. Siempre que le pasaba algo vergonzoso, no podía parar de reproducirlo en su cabeza.
Hyunjin siempre le había parecido un chico muy atractivo, era bastante popular pero agradable. Se llevaba bien con Seungmin y por eso había coincidido con él en ciertas ocasiones, pero esta era la primera vez que hablaban ellos solos.
—¡Innie!
Jeongin paró de caminar, dándose cuenta que ya estaba frente a la cancha. El llamado de Chan lo había despertado de sus pensamientos. Le sonrió y entró, sentándose en las gradas mientras sacaba el móvil para entretenerse.
Concretamente, en la aplicación de notas para ir gestionando su avance en las novelas.
Sin percatarse de la mirada que le dirigía Chan queriendo su atención, pero no la iba a obtener ya que estaba absorto pensando en el próximo capítulo que escribiría esa tarde.
—¡Minhonnie, me haces cosquillas!
Jeongin giró la cabeza al escuchar voces detrás suya, encontrándose con la tierna imagen de Lee Minho teniendo en sus piernas a Han Jisung mientras acariciaba su cuello con la nariz, sacándole pequeñas risas al menor. Esos dos eran la pareja favorita del instituto.
Jeongin sonrió con un poco de tristeza, ya que le gustaría tener una relación como la de ellos.
Quería saber lo que era sentirse amado.
Después de encestar, Chan miró hacia Jeongin por si lo había visto, y se sorprendió al pillarlo observando hacia su amigo y su novio.
Suspiró y volvió a centrarse en el juego.
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Jeongin iba caminando hasta la salida para encontrarse con sus amigos, y cuando vio la cabellera castaña de Seungmin, empezó a correr y al acercarse rió, cerrando sus ojitos al abrazar la espalda del mayor.
—¿Esta tarde en mi casa?— sugirió Jeongin sonriendo con los ojos cerrados, aunque al oler a su amigo, se sorprendió al notar que había cambiado de colonia.
