Capitulo IX

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Se fueron poco después de almorzar con el sol brillando cobre un cielo azul. No era un día ideal para confrontaciones. Pero estaba claro que iba a haber una.

Dane no fue a trabajar. A las siete y media cuando Suzanne se levanto se encontró con Dane hablando por teléfono en voz baja frente a un montón de papeles.

Levanto la vista al verla pero inmediatamente siguió con su conversación. Ella entonces abandono la sala y cerro la puerta.

Suzanne había tenido tiempo de pensar acerca de lo que ocurría. Poco a poco fue encajando las piezas: su viaje a América su regreso a Inglaterra su conocimiento sobre lo que había pasado con la empresa de su padre. El se había preparado para el ataque observando primero informándose de todo lo que acontecía esperando el momento propicio para actuar.

Ella preparo el desayuno hizo una taza de café para ambos pero cuando se acerco nuevamente a la sala lo encontró hablando por teléfono aun. El le hizo señales de que dejara el café sobre la mesa y entonces ella se retiro.

Dane no salió de la sala después de las once.

---¿Qué es lo que va a ocurrir, Dane?---le pregunto ella sin dilación al verlo aparecer.

---Gracias por la taza de café--- y fue a sentarse a la cocina.

Se peino con los dedos en un gesto de nervioso.

---No me has contestado la pregunta.

---Eres muy insistente---le dijo el.

---Pareces medio muerto. ¿Cuánto hace que te has levantado?---bebió un sorbo de café.

---Estoy en pie desde las cinco---contesto el frotándose los ojos.

---¿Y llevas desde entonces hablando por teléfono?

---Si. He estado despertando a la gente y haciéndolos trabajar por su dinero.

---Estoy segura que lo deben de haber apreciado---contesto ella con una sonrisa.

Era extraño estar allí conversando con el cuando ella debía haber estado en la oficina trabajando. Era un alivio no tener que ver a Ángela después de loas acusaciones del día anterior.

---Exacto---el se levanto distraídamente y se acomodo la camisa dentro del pantalón---. ¿Estas lista?

---Realmente me gustaría saber si es absolutamente necesario que vaya yo. Porque ese asunto es algo tuyo exclusivamente parte de unos planes ideados hace mucho tiempo. ¿Realmente quieres que yo este por medio?

---Te estoy dando una oportunidad única en tu vida---le dijo el con una sonrisa perezosa que no estaba dirigida a ella sino a algo que tenia en mente---. Te llevare al origen de toda tu amargura. ¿No quieres eso? ¿No quieres ver a Martha y tener la oportunidad de dar riendas a la rabia que has dirigido contra mi en los últimos meses?

Ver a Martha. La sola idea la hacia aflojar las piernas. Nunca había enfrentado a ella.

Cuando había muerto su padre había estado demasiado turbada como para descargar su amargura contra Martha. Y luego se había marchado a Londres y Martha se había vuelto una figura borrosa en la distancia que solo conspiraba a veces para hacerla sentir peor.

---Supongo---dijo ella dudosa.

El se rio, sin humor.

---¿Lo supones nada mas? ¿Eso es todo?

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