Jueves 09/04/2020 – Kim Seung-Gi – 26 años
Últimamente se me olvidan las cosas, no recuerdo muchas y alcanzo a recuperar algunas. Cada día al despertar, los recuerdos de esa vez se hacen cada vez más borrosos. Cada día es básicamente lo mismo. Supongo que soy muy exigente, tengo todo y aun así no me conformo con nada. Mi vida es perfecta, es lo que cualquiera querría tener. Un niño prodigio nacido en una cuna oro, ya que mis padres, son ricos por la empresa que ellos fundaron con mucho esfuerzo años antes de que naciera. Soy considerado por varias revistas el mejor hijo gracias a mi inteligencia, gran variedad de estudios. Estoy casado desde hace un año con una chica con la cual tenemos una linda y perfecta relación. Trabajaré en la empresa como vicepresidente, o sea, como mano derecha de mi padre, pero por más que lo analice yo no soy feliz desde ese día, irónicamente, el mismo de hoy.
Bueno, como sea, debo ir al aeropuerto a despedir a mi novia, ya que tiene un viaje de negocios con su padre a Miami por alrededor de cuatro meses. La . extrañaré. Me subo a auto y emprendo mi viaje. Al llegar me recibe con un fuerte abrazo y un te extrañe.
--Te voy a extrañar. Cuídate y cuida a tu padre. – Mentiras. Le susurro al oído para luego soltarla al oír a alguien toser a nuestro lado. – Hola suegro, a usted también lo voy a extrañar. – Nuevamente mentira. Me despido de ellos, borro mi sonrisa falsa y me retiro hacia mi auto para volver a la oficina.
Por mientras les contare sobre mi suegro Song Min-Jae, cuando empecé a salir con su hija hace alrededor de dos años no sabía sobre su familia, ya que nunca me había hablado sobre ellos, así que cuando me llevo a conocerlos resulto ser hija de un gran empresario multimillonario, que al saber de nuestra relación decidió invertir en la empresa, lo cual fue de mucha ayuda. Sin darme cuenta ya he llegado a la empresa, estaciono y entró hasta la oficina de mi padre. Al llegar veo a su secretaria rebuscando en su escritorio, toso para que note mi presencia y rápidamente abre la puerta. Al otro lado está mi secretario con unos papeles, pero enseguida voltea.
--Hola Sr. Kim, ya están las personas para la entrevista y alégrese, ¿sí? – Dice con una pequeña sonrisa y un inusual brillo en sus ojos. Aunque haya pasado mucho tiempo, sigue doliendo. Duele tanto que podría morir tal y como ese día, pero debo ocultarlo. Nadie debe verme así, destrozado.
--Lee Joon-Gi, ya te dije que puedes hablar informalmente cuando estemos a solas. Después de todo eres mi mejor amigo, ¿no? – Digo ignorando su comentario con una triste sonrisa de lado y un tono de reproche. Él solo asiente repetidas veces y me lleva a donde están los candidatos.
Al entrar veo a cinco hombres, cada uno en un sillón alejados el uno del otro. Todos se levantan para realizar una reverencia en forma de saludo y respeto. Antes de empezar observo a cada uno de ellos y leo cada uno de los currículos. Todos ellos tienen lo necesario para ser buenos guardaespaldas, pero hay uno que llamo por completo mi atención;
Hwang Tae-Ho: 13/04/1994 - 26 años - Graduado de educación física – Cinta negra en karate, taekwondo, varios cursos de defensa personal y un master en guardaespaldas – Experiencia: .
--¿Quién de ustedes es Hwang Tae-Ho? –Digo, uno de ellos se abre paso y levanta su mano, lo miró fijamente por unos segundos. –Estas contratado. – Digo firme y seco. Al parecer todos en la habitación parecen sorprendidos, menos yo. Yo solo tengo una pregunta en mente,
¿Cómo rayos llegó él aquí?
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Buenos días, tardes o noches. Soy la escritora y me gustaría agradecerles por ingresar y darle una oportunidad a mi pequeño proyecto. He estado y estaré trabajando en este durante muchas horas, asi que agradecería que dejasen un comentario o una estrellita. Espero no defraudarlos y que les guste mi pequeño libro. Dicho eso, adiós. (∪.∪ )...zzz Bye
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Te encontré (BL)
Teen Fiction"Y te encontré. Después de muchos años, Al fin te encontré. No sé si me recuerdas, O si aun sabes mi nombre. Solo espero que esos momentos aun estén. Sé que fui quien te hizo daño, Sé que fui quien te abandono, Pero tuve algunas razones que desconoc...