--Yo quiero --Puedo ver en sus ojos que desea que no sea nada malo. Abro mi mochila y saco unos papeles y los pongo boca abajo frente a él junto con un bolígrafo. Él solo me mira confundido y luego voltea a ver los papeles. Pone se mano sobre ellos, los voltea lentamente y lo toma para leerlos más de cerca. – Quiero que seas mi guardaespaldas. –Digo y voltea a verme.
--¿Por qué necesitas uno?, ¿Por qué no alguien de tu facultad?, ¿Para esto me pediste mi número?, ¿Por qué yo?,– Dice muy rápido, confundido y algo agitado, al parecer el que hubiera un contrato lo sorprendió. Supongo que no se lo esperaba, voltea nuevamente por unos segundo a ver el documento y regresa su mirada a mí. -- Y ¿Realmente piensas pagarme un sueldo tan alto? –Dice sorprendido y suelto una pequeña risita.
--Despacio. Está bien, responderé tus preguntas en orden. – Digo y empiezo a enumerar con mis dedos. – Uno, mi padre tiene algunos problemas. Dos, en mi facultad solo hay niños ricos. Ninguno querría ser mi guardaespaldas. – Explico y asiente con su cabeza en forma de entendimiento. Procedo a continuar. – Cuatro, porque -- Digo, pero me detengo toser. --Perdón, Tú faculta es la más cercana, oí que eras buen luchador e investigué. Estas limpio y sabes pelear. Y cinco, espera. –Me detengo para darle un gran sorbo a mi café. -- ¿Es muy poco?, iba a poner más, pero no eres guardaespaldas profesional así que pensé que-- Digo con decepción falsa, pero él me detiene.
--¡¿Esto es poco?! --Exclama a lo que yo asiento. Se le ve algo sorprendido. – pero esto es mucho... –Murmura para sí mismo en un tono tan bajo que casi no logro percibir. Sonrió. Es tierno. –Espera. No respondiste a mi tercera pregunta. –Manifiesta y empiezo a pensar en alguna excusa. Rayos, ¿Por qué no respondí esa pregunta? ¿Evite de forma instintiva mentir? En momentos como estos hay que mantener la calma y fingir que no oí absolutamente nada.
--Bueno, tengo que irme. –Anuncio y puedo ver que intenta detenerme para que le responda, pero tan pronto como abre la boca lo detengo y me acerco lentamente a su rostro a un punto en el que nuestras respiraciones se mezclan y nuestras narices casi se tocan. – Te daré tres días para pensar, si no aceptas hasta la fecha límite, la oferta se retira. – Formulo casi en un susurro para entregarle una copia del contrato y alejarme. – Mi número está en el contrato. Hasta entonces. – Digo con una pequeña inclinación de cabeza y me retiro haciendo un ademan con la mano.
Salgo de la cafetería y me subo a mi auto. En el momento en que me acerque a su rostro logré sentir como mi ritmo cardiaco aumento de tal manera que creí que mi corazón se saldría de mi pecho y como el deseo intento tomar el control de mí mismo. No conozco este sentimiento, pero creo saber por qué insisto en que él se mantenga a mi lado, aun así, haré lo que sea necesario para comprobar mi teoría. Esta vez no cometeré el mismo error. Al llegar a la universidad me encuentro nuevamente con Bae Si-Chae que está estudiando en una pequeña banca en medio del campus. Me acerco y me siento a su lado, ella se saca los auriculares con una pequeña sonrisa. Rápidamente acomoda al libro de sus manos a un lado en la banqueta. Cuando voltea me dirige una mirada de extrañeza al ver que no hablo, pero ella rápidamente empieza a mirar a un punto fijo detrás de mí, quizá a una persona.
--Buenos días, tanto tiempo sin verlos. –Oigo al lado contrario de mi rostro, volteo y la gran sonrisa que se había formado en mi rostro desaparece casi al instante. --¿Me recuerdas? –Dice sonriendo.
ESTÁS LEYENDO
Te encontré (BL)
Teen Fiction"Y te encontré. Después de muchos años, Al fin te encontré. No sé si me recuerdas, O si aun sabes mi nombre. Solo espero que esos momentos aun estén. Sé que fui quien te hizo daño, Sé que fui quien te abandono, Pero tuve algunas razones que desconoc...