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Oyó un golpeteo a lo lejos e inconscientemente llevó una mano a su cabeza. Siseó por el dolor indescriptible que sentía y apretó los dientes al no ser capaz de abrir los ojos. Procuró calmarse y analizar lo ocurrido anteriormente para que todo su cuerpo doliera de aquella manera; los recuerdos de horas atrás llegaron a su mente visualizando por último al gran lobo gris y blanco.

Su pecho quemó de nuevo y fue suficiente señal para obligarse a abrir los ojos. No había luz a su alrededor, al menos no la suficiente para seguir dañándolo, únicamente alumbraba la luna a través de la ventana. Intentó incorporarse aferrándose a los barrotes de la cama y cuando lo consiguió observó todo a su alrededor. Paredes y muebles de madera oscura lo rodeaban, estaba en una cabaña que a su parecer era bastante acogedora, pero que no había visto nunca. Acarició las sábanas donde estuvo durmiendo, su color negro y su tacto aterciopelado.
Estaba curioso. Demasiado. Aunque quizá también estaba en peligro, pero por muy extraño que pareciese, sobre todo para sí mismo, se mantenía tranquilo.

Apoyó la cabeza cerca del cabezal de la cama, tomando un suspiro antes de levantarse por fin, cuando un olor bastante fuerte inundó la habitación, colándose por sus fosas nasales y mareándolo considerablemente. Se sujetó más fuerte a las sábanas maldiciendo mentalmente. Odiaba el limón, realmente lo odiaba con todas sus fuerzas y ahora todo lo que lo rodeaba olía a limón mezclado con madera recién cortada.
Cuando pudo recuperarse se levantó de la cama decidido, dándose cuenta que ya no portaba en él su uniforme de caza, sino que llevaba un holgado pijama de dos piezas. Toco la tela sujetándola entre sus dedos y acercó su nariz, comprobando que aquella ropa también olía fuertemente a limón.

Quien le hubiese dado aquello, tenía un extraño fetiche u obsesión con los limones.

Observó su reflejo en el espejo que había frente a él. Su pierna parecia estar perfectamente curada y vendada, además de llevar vendas también alrededor de su pecho, sujetadas con su hombro.

Por último busco algún dispositivo donde ver qué hora era, aunque por la posición de la luna, supuso que serian cerca de las diez de la noche. Aún le quedaban algunas horas para cazar a la bestia y volver con la brigada, pero no podría hacerlo en pijama.
Abrió la puerta entre sigiloso y curioso, encontrándose únicamente con una sala de estar conectado con una cocina abierta. Ambas estancias decoradas igual que la habitación. Recorrió cada rincón con la mirada antes de salir, entonces vio a un hombre alto cerca de la chimenea, jugando con los palos mientras esta se encendía. La mezcla de olores llegó de nuevo, pero está vez como una bofetada que lo dejó aturdido y sintiéndose, por primera vez en su vida, indefenso.

— ¿Estás bien?— preguntaron roncamente cerca de él. Se sujeto del borde de la puerta para no caer, pero también fue sujetado por unos fuertes brazos.

Levantó la mirada para poder conocer al poseedor de aquella cabaña, encontrándose con un par de ojos oscuros con alguna chispa dorada. Conocía aquellos ojos, conocía aquella mirada. Pero estaba seguro de que nunca había visto a aquel hombre.

— ¿Quién eres? —murmuró sin dejar de mirarlo sintiendo el temor apoderarse de él.

—No tengas miedo, lo último que haría seria algo que te dañase. —aseguró el hombre antes de dejarlo suavemente en el sofá frente a la chimenea. ¿En qué momento lo había tomado en brazos?

Suho lo siguió con la vista por toda la cabaña, le fascinaba apreciar cómo se movía con confianza, aunque estaba claro si era su casa. Ladeó la cabeza para apreciar mejor su afilado perfil y aquella nariz respingona que en otros momentos le parecería graciosa, pero que ahora le parecia caliente, muy caliente y sexy.
Apartó la mirada cuando fue consciente de sus pensamientos y sujetó su pelo frustrado revolviéndolo por completo. Quería saber donde estaba. Quién era aquel hombre. Quería saber porque todo olía a jodidos limones. Y quería irse para poder acabar de una vez por todas con todo aquello de la bestia negra.

BESTIA 》 Seho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora