Two Ghosts (2)

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We're not who we used to be
We're just two ghosts standing in the place of you and me
Trying to remember how it feels to have a heartbeat


Louis está al borde de un ataque de pánico desde el momento en el que se sube al avión, y la sensación de que puede volverse loco o lanzarse a llorar de un momento al otro no lo abandona en todo el trayecto. Ni siquiera cuando intenta dormir. Lo hace, pero sueña con conciertos infinitos, las voces de miles de fanáticas cantando con él, risas eternas y el calor de unos brazos que hace mucho no siente.

Al aterrizar, lo primero que hace es enviarle un mensaje a Brianna. Desde el nacimiento de Freddie, no puede deshacerse de esa costumbre. Sabe que a su hijo le importa poco en qué horario aterriza su vuelo, pero le da tranquilidad que su madre lo sepa. Como si eso pudiera prevenir que algo malo llegara a suceder.

Además, intenta estar en los mejores términos posibles con ella. No se llevan demasiado bien, y les ha costado horrores ponerse de acuerdo en cosas tan básicas como el régimen de visitas, así que cualquier oportunidad para congraciarse con la madre de su hijo va a tomarla sin rechistar.

Lo segundo que hace, es ir a mojarse la cara e intentar controlar los latidos desbocados de su corazón. No lo consigue, y para cuando llega a las oficinas de Sony, sabe que sus manos están temblando. No podría sostener algo sin tirarlo aunque lo intentara.

—Los chicos han llegado antes, te están esperando —dice Jasper señalando uno de los cubículos que usan para sus reuniones.

Es imposible ver lo que hay más allá. Unas cortinas gruesas en exceso lo rodean, y sospecha que está insonorizado también. Ningún secreto puede escapar esas cuatro paredes.

Él y Harry pudieron comprobarlo de primera mano.

Siente un escalofrío recorrerlo de pies a cabeza y los recuerdos invadirlo con violencia. No debería ser capaz de recordar con tanta facilidad todos los lugares en los que han tenido sexo, no cuando apenas logra recordar los cumpleaños de sus propios amigos, pero al parecer su memoria es en exceso selectiva y un poco masoquista.

Recuerda la respiración de Harry, sus manos aferradas a esos rizos que tantos sueños húmedos protagonizaron cuando ni siquiera estaba seguro de lo que sentía. El sabor de su boca, el calor de su cuerpo, la desesperación por tener solo un poco más del otro. Cuando y donde fuera.

—¿Vas a entrar? —La voz de su representante logra traerlo de vuelta a la realidad.

Parpadea intentando volver a conectar con la situación que debe enfrentar en el presente.

No le agrada ser el último en llegar. Sabe que todos van a mirarlo cuando cruce la puerta, y no está preparado para ser analizado de esa manera por nadie.

—Si, lo siento.

Jasper lo mira con pena sincera impresa en su semblante. No son grandes amigos, pero sabe lo que ha significado One Direction para él, o al menos puede imaginarlo. Además, han pasado mucho tiempo trabajando juntos y puede notar cuando Louis no se encuentra bien.

—No haremos nada con lo que no te sientas cómodo —Le dice intentando infundirle ánimos.

—Gracias —responde Louis antes de tomar aire, reunir lo que le queda de fuerzas y entrar.

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Cuando entra se siente abrumado al instante. Tres cuerpos se giran de manera casi coordinada hacia él y lo observan con atención. Es evidente que han estado esperando su llegada con una ansiedad que roza la desesperación.

The soundtrack of our story  [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora