[29/03] Vacaciones

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Durante estos últimos 3 meses, creé un hábito de despertarme a la noche, ver a mi hermano en el gimnasio y atiborrarme con comida de la nevera o la alacena, siempre me las ingenié para que hubiera al menos 2 hamburguesas para comer durante mi atraco nocturno a la cocina. Gracias a las constantes visitas a la casa de Cris y los enormes banquetes que cocina, mi trasero se empezaba a ver monstruoso, no era nada comparado a como lo aspiraba tener, pero tenia 105cm de circunferencia. Y con mi peso de 57kg, no está nada mal.

Descubrí que cuando me sentaba, mis blancas piernas se empezaban a expandir en la silla. Mi parte baja del cuerpo se estaba poniendo verdaderamente irresistible para los hombres, pero más para Cris. Siempre que nos besábamos me ponía de punta de pie y él agarraba con sus manos por mi trasero y lo apretaba mientras me alzaba a la altura de sus caderas, conviertiéndose en los besos más lujuriosos de mi vida.
Pero mi parte superior tampoco se queda atrás, mis senos aumentaron de tamaño, lo que hizo que mis anteriores sostenes me quedasen ya algo incómodos, todavía podía seguir usándolos, aunque ya mis tetas tienen 90cm de circunferencia. Tenía una figura de reloj de arena, aunque más inclinado a forma de pera.

Cris por su parte siguió ejercitándose como antes, pero no se notaba mucha diferencia en su esculturado cuerpo, sólo en sus muslos. ¡Por Dios, qué bellos que eran! Tenía todo el cuádricep marcado a cada detalle y sus gemelos eran tan anchos como su brazo. Mi mente pensaba cosas indebidas cada que veía que se marcaban más y más en sus pantalones.

Mi hermano Jake siguió ejercitándose de manera insana durante estos últimos meses, su peso subió a 104kg de puro músculo y ya no siguió aumentando en altura, por suerte. Recuerdo que 4 veces por semana llegaba una chica distinta a casa y ésta iba directo a su habitación. Incluso cuando cumplió los 18 llevó a su habitación a 4 chicas a la vez, y noté que 3 de ellas era gorditas. Creo que mis gustos también se les pegaron a él, al igual que a Cris.

Recuerdo cuando fui a la playa, 2 veces. Cuando saqué a lucir mi bello cuerpo color blanco perla y me puse de espalda para broncearme, mi trasero sobresalía de mi ya curvilínea figura, y de hecho ya me molestaba apoyar mi pecho en la arena porque mis tetas funcionaban como una almohada y levantaba a mi espalda. Todos los chicos de la playa miraban mi trasero en expansión mientras yo me hacia la que no sabía.

Mamá y papá aún no saben que estoy planeando engordar como nunca con la ayuda de Cris. Pero sí se han dado cuenta de la increíble transformación y obsesión de Jake. Pasó de estar todo el día echado en el sofá a estar 12 horas diarias en el gimnasio, aparte de su notable aumento de musculatura y de que se tenía que agachar para pasar por las puertas por sus increíbles 2 metros.

Recuerdo que fui con él a buscar ropa porque la suya se había quedado inutilizada. Se compró ropa de talle especial porque no había para su tamaño, la única era para personas con obesidad mórbida y le quedaban bien en la parte de los pectorales pero enorme en la parte abdominal. Aprovechando esa salida, yo también me compré ropa, de 1 o 2 tallas más de lo necesario. No era que lo necesitase ahora mismo, pero en un futuro no muy lejano me sería de gran utilidad. Me compré 4 shorts y 2 faldas, 5 camisas de una talla más grande y 3 de dos tallas mayor, y 2 hermosos pantalones negros de látex, uno de mi talle actual y otro de 3 tallas más. Me imaginé como me vería en estos y me empecé a exitar en el local, por suerte pude controlar mis hormonas.

Hay momentos en los que me pongo a pensar qué sucedió conmigo, Jake y Cris. Yo nunca tuve amor por las personas gordas, nunca sentí ningún sentimiento de excitación por ver personas extremadamente obesas; y mi hermano nunca se obsesionó con los músculos, él era siempre una persona tímida y que nunca había tenido una pareja. Y de repente, luego de mi fiesta de 15's nuestras vidas dieron un giro de 360°. Ahora yo aspiro a ser una mujer con movilidad asistida y mi hermano es un mastodonte que tiene sexo 4 veces por semana con chicas distintas cada noche. Y en cuanto a Cris, siempre lo vi soso, apagado, y ahora que estoy subiendo de peso a propósito lo noto más apegado, más amoroso.

No sé si será obra del destino, o simplemente la genética o la pubertad nos pegó fuerte a los 3. Pero de lo que si estoy segura es que estoy totalmente agradecida hacia el causante de este momento inolvidable de mi vida, deseo que este sentimiento nunca se acabe y que mi mayor sueño, de ser obesa mórbida, se vuelva realidad.

Bendita MaldiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora