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Vegetta apuntó su lanza hacia la cabeza del mamut, averiguando el momento correcto para atacar, mientras pensaba el mamut se hizo cargo de hacer el primer ataque, intentando clavar uno de sus poderosos colmillos en cuerpo del chico.

Vegetta hábilmente evitó el golpe, aunque no por mucho, había estado demasiado cerca, no podía permitirse ese margen de error de nuevo, pues eso podría acabar con su vida.

Vegetta lanzó su lanza, dándole cerca del ojo, fallando su cometido, se maldijo por lo bajo, pues era, primero, su única lanza, segundo, era su única oportunidad de atacarle de tal forma que fuera letal.

Empezó a correr, mientras el mamut seguía tratándose de deshacer de ese molesto dolor cerca de su ojo, corrió y corrió como alma que lleva al diablo, necesitaba esa ventaja, pues sabía que el mamut lo alcanzaría fácilmente.

My little owl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora