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Días pasaron, la rutina siendo casi la misma, cada mañana Vegetta cambiaba sus vendajes, aplicando nuevamente pomada, para luego volverse a vendar y vestir, posteriormente se acercaba a lo búho, que al segundo día había despertado, pero no se había movido mucho, y lo curaba también, después salía a conseguir agua para después hervirla y comenzar a hacer el desayuno, una vez ambos alimentados, salía a buscar diferentes cosas que necesitara.

Ese día vegetta había salido a buscar más plantas medicinales, su ungüento estaba por terminarse, ya que estaba usando el doble al tener que curar búho también, cosa que no le molestaba en lo absoluto, pues al parecer le estaba haciendo efecto y ahora parecía más fuerte.

Había pasado toda la mañana fuera, ahora era cerca de la hora de comer, así que regreso lentamente el chico a su cueva, para darse la sorpresa de que el búho ya no estaba.

No no, ahora había algo o más bien alguien más en la cueva.

My little owl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora