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Así pasaron un tiempo, cuando se dieron cuenta el invierno se estaba acercando y pronto tendrían que recolectar la suficiente comida y pieles para sobrevivir el frío invierno.

Fargan y Vegetta habían estado viviendo y compartiendo la cueva del segundo mencionado, pero no habían hablado de lo que esto significaba, tampoco habían hablado de que osaría con Fargan, ya que estaba de "invitado" si se pudiera decir de algún modo en la cueva.

Habían muchas dudas flotando en la cabeza del chico búho, pues estaba consciente que no tenía un hogar propio al que ir en el invierno, tampoco contaba con nadie, Vegetta había sido su único soporte en años, la única persona que se había dignado a ayudar a una pequeña ave, nunca se lo podría agradecer lo suficiente.

Llegando a casa el chico debía hablar con Vegetta y finalmente preguntarle qué sería de él, a lo mejor y solo a lo mejor, le dejaría quedarse con el, mínimo hasta que terminara el invierno, que incluso para él en su forma de ave era letal.

My little owl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora