❥The shadow of my tear ⁀⋱‿ ♡▕YơơɲGɪ| ⊰۝ ͒

4. The shadow of my tear

Who I am? The shadow found me

° • ° • °

Permanecí a tu lado durante tres días que parecieron infinitos. No estaba en mis planes, pero todavía no te podía dejar ir. Me mantenías atado a la vida sin saberlo, y yo quise mantener una vaga esperanza hasta el último momento.

¿Seguirá en tu memoria lo que me confesaste cuando vi tu cuerpo maltratado?

—Quería sentir y esa fue mi única opción. Me sentía sin vida, necesitaba que algo me recordara lo que era sentir.

Pero no pude aceptar que tuvieses que recurrir a ello para poder sentir. Así que con cuidado acaricié tu piel maltratada y te observé por minutos que me parecieron eternos. No eras hermosa en plenitud ni tenías un cuerpo que podía ver en la industria la cual me rodeaba, pero me pareciste tan bella, incluso con tus cicatrices y heridas.

—Intentemos recordar.

Mis dedos estaban ásperos tanto teclear y escribir, y los bordes de mis uñas estaban llenos de maltratos por haber mordido tanto la piel, pero de igual forma me permitiste acariciarte y tocarte como tanto había esperado. No era lo más correcto... Pero yo también quería sentir.

El problema es que ese sentir no era el que necesitábamos.

Probablemente por eso buscamos el calor ajeno sin llegar a saciar el sentimiento que seguía congelado en nuestro interior. Ninguno tenía claro del todo lo que quería, pero hicimos lo que pudimos para refugiarnos en un cuerpo que no poseía lo que necesitábamos. Estuvimos conscientes de ello, lo sé porque ni siquiera nos podíamos mirar a los ojos sin apartar la mirada. Era como estar con un extraño y nuestros cuerpos sentían de forma lejana el tacto del otro; como si en cualquier momento nos fuésemos a romper.

Aun así, insistimos. Ninguno lo dijo en palabras, pero de seguro ya teníamos claro que esa sería la última vez que nos veríamos. Hace mucho que no habíamos tenido un contacto de ese tipo, era algo de esperar después de todo lo que habíamos pasado. Tal vez tuvimos que habernos detenido a tiempo, antes de acabar en los brazos del otro, pero la necesidad de sentir un soporte también nos alentó a continuar.

El último día que desperté a tu lado fue el más raro. Hace muchísimo que no veía tu rostro por la mañana y menos estando en la misma habitación y en la misma cama. Ver tu figura descansar me entregaba cierta tranquilidad, pero más lo hacía el escuchar tu suave respiración que me dejaba en claro que todavía continuabas con vida; ahí a mi lado, transmitiendo un mínimo pero reconfortante calor humano.

Estaría mintiendo si dijera que me produjiste algún tipo de asco, pero de alguna forma todavía podía sentir una barrera entre nosotros. Te había acariciado cada rincón de tu ser en las noches anteriores, pero se sentía como si una capa de indiferencia te rodeara, habiendo así un tope entre nuestra cercanía. Lo bueno de ello fue que no tuve la necesidad de aferrarme a ti y cuando partí de tu lado pude dejar una pequeña nota donde solo descansó suavemente la palabra cuídate en el pulcro papel.

La primera nota después de tanto dolor.

Dos semanas después de nuestro último encuentro se filtró la noticia de que había pasado tres días en un departamento que no era de mi propiedad, por suerte nadie se enteró de que te había ido a ver, no obstante, eso no evitó que llovieran un montón de comentarios haciendo especulaciones que me llegaban a dar risa.

La fama es dura, pero hasta el momento no sabía si le había tomado el suficiente peso. Cualquier movimiento que hiciera podía llegar hasta una persona al otro lado del mundo y hasta mi respirar era una noticia. No podía tener una vida normal y no había vuelta hacia atrás, me había esforzado mucho como para abandonar todo, aunque eso significara vivir sin libertad y sin sentir.

Mis fans podían tener pareja, casarse y formar una familia, pero estando en mi lugar era algo imposible. Ni siquiera podía tener sexo casual porque se me podía tachar y no faltaba quien filtraba información para presumir sobre un encuentro con un idol (aunque esta información pudiera dañar la carrera y reputación de esta persona). A nadie le importaba como se sintiera el artista, sólo querían una figura perfecta ante el resto.

Y yo ya no lo era, me había roto muchas veces como para ser un prototipo rentable.

Me dieron un descanso de un mes para que ordenara mis ideas, y le hicieron creer al resto que mi falta era gracias a alguna enfermedad u operación la cual necesitaba descanso (ni ellos tenían del todo claro su mentira). Recibí muchos mensajes de apoyo, pero también de personas que solo querían que desapareciera de una vez. El descanso se extendió un mes más, y me comencé a preocupar de que Suga comenzará a ser olvidado y en su lugar solo quedara Min Yoongi.

Si regresaba a ser Yoongi nadie me tomaría en cuenta y regresaría al inicio de todo, en donde ni mi propia familia confiaba en mis habilidades, porque todo era así antes de que llegaras a mi vida. Tú fuiste una de las primeras personas que creyó en Yoongi ciegamente y, además, le perdonó cada error que cometía.

¿Al final quien era yo? Decir mi nombre no se sentía propio; no me identificaba. Se supone que yo era Yoongi, pero se sentía como si nombrara a otra persona. Yoongi era alguien de esfuerzo que agradecía todo, pero el tiempo y la fama lo había cambiado... Me había cambiado.

Siete meses después de la última vez que nos vimos tuve una recaída y terminé internado en una clínica psiquiátrica por mi pobre estabilidad mental. Solo mis letras le hicieron justicia a todo lo que pasé y fueron la mejor terapia que pude recibir. Muchas fueron dedicadas a ti, pero nunca salieron a la luz porque recordarte dolía y cada vez que te pensaba un vicio de llorarte nacía en mí.

Pasó un año y medio para que te pudiera superar, pero encontrar una de las canciones que te escribí hizo que algo en mi se removiera de una forma que no había sentido hace tiempo. Jamais Vu describía tan bien todo por lo que habíamos pasado y todo lo que había llegado sentir, el único problema es que todavía no podía darle un final a la letra. Tal vez porque si le daba fin ya no volvería a recordarte y una parte de mí todavía te tenía presente sin que yo estuviese enterado.