MI ALUMNA... MI AMANTE (Luciale)

CAPITULO 14

28 de mayo de 2019

Lucía encaró la barriga a través del espejo del baño, apenas en bragas y sujetador. La castaña siempre ha sido muy delgada y por ese motivo ya era bien perceptible que ella estaba engordando. Lucía sonrió, estaba ansiosa y no veía la hora de ella creciendo más y más, hasta que ella pudiera sentir a sus pequeños moverse.

Habían pasado dos días desde que la castaña había descubierto a los gemelos. Había descubierto también que además de gemelos, eran gemelos bivitelinos, o sea, dos óvulos y dos espermatozoides diferentes.

Sobre el descubrimiento... las cosas no fueron fáciles ese día.

26 de mayo de 2019

Después de que la Dr. Alycia haya confirmado tanto para las madres que estaban esperando gemelos, Alex acababa de desmayarse.

Sí, se desmayó.

Lucía entró en desesperación, Alycia llamó a otros dos médicos que comenzaron a sacudirse para ver si Alex reaccionaba, pero sólo después de largos diez minutos ella despertó.

Ella estaba más pálida de lo que ya era, las gotitas de sudor se formaban en su frente, sus labios perdían lentamente su color rosado, transformándose en blanco. Sus ojos estaban perdidos y Alex se sentía sin suelo, ella tiró y soltó el aire varias y varias veces tratando de mantenerse tranquila y pensar en qué hacer, miró a Lucía que la encaraba esperando alguna respuesta, pero la ojiverde no podía decir nada.

La castaña se puso nerviosa y con miedo de alguna manera, ella había vuelto atrás.

- ¿Amor? ¿Está todo bien? - preguntó cautelosamente.

Entonces, como un bebé, Alex comenzó a llorar. No era un llanto desesperado, estaba más para un llanto de miedo. Esa era la verdad, Alex era totalmente insegura, tener dos hijos sólo aumentaba aún más su inseguridad. La ojiverde era totalmente responsable y tenía madurez suficiente, pero ella sólo tenía dieciocho míseros años, eso era muy aterrador.

Dos hijos.

¿A ellos les gustaría tenerla como madre? ¿Podría ser una buena madre?

- Voy a dejarlas solas por un momento. - Alycia comentó en un tono bajo mientras apagaba el aparato y lo retira de Lucía, saliendo por la puerta de entrada y dejándolas un poco más a gusto.

Alex se mantuvo callada durante todo el tiempo, Lucía entonces se acercó a ella y la abrazó mientras la ojiverde lloraba bajito.

- Al... Amor, mira hacia mí. ¿Por qué lloras? - Lucía preguntó desamparada.

Alex sintió allí todas sus barreras más fuertes que se iban y dejó sus miedos a la superficie.

- ¡No sé qué hacer! - Ella finalmente dijo en desesperación. - ¡No sé ni hacer mi chocolate caliente sin dejarlo quemar demasiado y vamos a tener dos bebés! Vamos a tener dos bebés, Lucía... ¡No estoy lista para eso!

- Tu dijiste que me apoyarías en cualquier cosa... - Intentó justificar, viendo lágrimas furiosas escurrir por el rostro de la chica y sintiendo que las suyas ya querían dar señales de vida también.

- Estoy con tanto miedo... - Lloró. - Un mes atrás ni siquiera sabía lo que era el amor y ahora voy a tener dos hijos. Tengo miedo, mucho miedo.

Lucía no dijo nada, pero lo hizo. Envolvió a Alex en sus brazos y el olor de la castaña entró por las narices de Alex, haciendo vibrar el corazón de la ojiverde y su cuerpo relajarse. Aquellos brazos hacían que Alex tuviera seguridad.