MI ALUMNA... MI AMANTE (Luciale)

CAPITULO 2

4 de febrero de 2019

Benjamín respiraba jadeante cuando salió de dentro de Lucía y se acostó a su lado, sacó el condón de sí y se levantó para arrojarlo a la basura del baño. Lucía suspiró, tirando de la gruesa cubierta hacia arriba de su cuerpo y acomodándose mejor sobre la cama, tanto tiempo que no tenían relaciones sexuales, realmente creyó que esta vez pudiera ser diferente.

Pero estaba completamente engañada. Fue bastante frustrante.

Benjamín no parecía el mismo hombre que sólo venía ignorándola y dándole disculpas bien mal dadas. Cuando regresó esta mañana, él estaba feliz, muy humorado, diciendo que por la noche tendría una sorpresa para Lucía. Y así como prometió, la llevó a cenar fuera y le dio un hermoso collar de perlas. Maravilloso. Benjamín dijo también que había sido promovido, motivo de su felicidad, después de ser entrenado durante cinco años como miembro del Consejo de Administración, asumió la presidencia finalmente. Lucía estaba muy feliz por él, la cena fue genial, ambos disfrutaron la noche, echaron miradas cómplices, con él siempre robándole algunos besos. Era como si todo estuviera encajando nuevamente, conversaron como una pareja de verdad, no como extraños que vivían juntos, pues era así que venía sucediendo en los últimos meses. Ella sentía falta de aquello, de su marido dándole atención y mimándola.

Pero entonces, ¿por qué, aun con todo lo que sucedió hoy, su marido no podía darle placer? Era pedir mucho, ella sólo quería llegar a un orgasmo y engañarse creyendo que su matrimonio estaba a salvo.

- ¿Lucía? - él la despertó

- Hm ... ¿Sí? - Le respondió, aún medio aérea.

- ¿Sucedió algo? - preguntó y Lucía intentó esconder el suspiro de frustración.

- No, yo... - Lucía pensó, pero no lo dijo. - No es nada.

- Pareces frustrada, sé que tiene un tiempo. Sabes que no lo hacemos, pero no fue tan malo... ¿o lo fue?2

- No, Benjamín... - suspiró - Yo sólo no... Conseguí el orgasmo... - Murmuró avergonzada.

- Ah...

Hubo un minuto de silencio entre la pareja, mientras que el parecía absorber las palabras de ella.

- ¿Has pensado en buscar algún médico? - Lucía frunció el ceño con aquella pregunta.

- ¿Cómo? ¿Por qué yo haría eso?

- La última vez que tuvimos relaciones sexuales, tu también tuviste dificultades, creo que ayudaría si...

- ¡Benjamín! ¡Tú no puedes estar pensando la posibilidad de que la culpa sea mía! - Lucía exclamó incrédula.

- Entonces, ¿es mi culpa? -preguntó y Lucía pudo percibir un tono ácido en su voz.

"Bueno, el fallo podría ser tal vez si alguien no me estuviera demostrando lo contrario. Mejor y más delicioso sin duda." Pensó Lucía.

- ¡No es mi culpa, Benjamín!

- ¿Qué quieres decir, eh? ¿Qué no puedo darte un orgasmo? - A esa altura, él ya se había arreglado mejor en la cama, ahora la encaraba con una expresión un poco irritada.

Lucía suspiró pesadamente, discutir no iba a adelantar absolutamente nada, ya estaba frustrada hace meses, y no era sólo sexualmente. Claro que el sexo nunca fue perfecto, él llegaba al orgasmo, y ella bueno... eso era. ¿Qué podría querer más, después de todo? Siempre se dedicó a una única y exclusiva relación desde el colegio. No entendía de sexo, ni de relaciones, Benjamín fue su primer novio, nunca tuvieron muchas aventuras, ni muchas peleas, era una relación estable. Entonces, cuando se formaron en la universidad, se casaron y durante varios años se dedicó exclusivamente al hogar y al matrimonio que para muchos era perfecto.