Prólogo

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¿Alguna vez pensaste en que algo podría cambiar tu vida? Yo no creía en tal cosa.

Es difícil pensar que algo, un cambio meramente pequeño podría cambiar tu vida, y darle un giro de 180 grados.

Me llamo Ryutsuki Kimigawa, tengo 15 años y soy estudiante de primer año de Preparatoria. Sinceramente siento que es algo complicado hablar sobre mi vida, pues no ha pasado nada interesante desde que empecé a tener conciencia propia sobre mi alrededor y sobre mí mismo.

Ahora mismo estoy estudiando para un examen que tengo dentro de unos días, y sinceramente se me hace muy agotador.
“Simplemente no logro entender esto…” empezaba a decir para mí mismo mientras golpeaba mi cara contra el escritorio de madera lisa que tengo en mi habitación.

Estoy algo frustrado, pues no logro entender nada sobre ciencia.

Empezó a darme sed, así que dejé mis notas de lado y me levanté, fui hacia la puerta y procedí a abrirla. Salí hacia el pasillo de la planta alta de mi casa, y bajé hacia la planta baja, en dirección a la cocina. Mi madre no estaba en casa, pues el trabajo la tenía muy ocupada, y a veces no llegaba a casa por la noche.

Por si se lo están preguntando, no, mi padre no está con nosotros.

Nunca llegué a conocer a mi padre, pues según tengo entendido, y por lo que me ha explicado mi madre, él murió cuando yo apenas tenía 2 años. Sinceramente, nunca he sentido el amor de un padre, pero no me importa demasiado.

Tomé un vaso de cristal, y fui hacia el refrigerador para buscar la jarra llena de agua. Me serví y bebí varios sorbos de agua, dejando salir luego un suspiro.

“Estudiar eso es demasiado difícil… Probablemente termine reprobando, y eso no me conviene demasiado.”

Hablaba conmigo mismo.

Sinceramente, mientras yo intentaba estudiar, simplemente pensaba en que mi vida era demasiado aburrida. De repente, y desde el interior de mi ser salió decir:

“Quisiera que algo cambiara, esta vida es demasiado aburrida."

Simplemente dejaba salir suspiros de molestia.

Apenas se puso el sol, dejé mis apuntes de lado y me tiré directamente hacia mí cama.

Agarré mi manta y me cubrí de cuerpo a cabeza, pues el aire acondicionado me estaba dando totalmente a mí en la cara, ya que estaba justo frente a mí.

Pensando en algo divertido para hacer el fin de semana, acabé durmiéndome envuelto en mi cama, sin haberme cambiado de ropa.

Así terminó este aburrido día martes, y sigo sin saber nada del examen.

GenderSwitchs Vol. 1 (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora