Epílogo

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Habíamos llegado a la oficina de la directora de la escuela, y las cuatro personas que estábamos, entramos allí.

La directora se encontraba en su escritorio apoyándose de éste con un brazo, mientras que con el otro sostenía una taza de café el cual bebía en pequeños sorbos.

“¿Se puede saber qué ocurrió aquí?”

Dijo ella mientras nos miraba con golpes, moretones, y también sangre en nuestras caras, mientras que Atsushi y Jun-sensei nos traían tomados de las axilas para no poder atacarnos entre nosotros de nuevo.

“Ambas estudiantes habían empezado a pelear. Kimigawa-san atacó primero a Kurosawa-san, quien no le había hecho nada malo.”

“¡Exacto! ¡Este loco me atacó porque sí!”

Ella empezó a actuar para hacerse la víctima, y a la vez, dejarme a mí como el villano de la historia.

“Tenía una razón justificada.”

Dije, mientras hacía que Atsushi me soltase, y así pudiera sentarme frente a la directora. Jun-sensei hizo lo mismo con Misaki, quien se sentó en el otro asiento.

“¿Puedo saber cuál es esa razón?”

“¿Usted recuerda el accidente en el que me vi involucrado hace dos semanas en el viaje escolar?”

“Sí. Recuerdo que me informaron al respecto.”

Yo estaba realmente molesto, y con mis adoloridos dedos, señalé a aquella perra pelirroja que estaba sentada junto a mí.

“Ella fue la causante de el incidente.”

Dije con un tono inquebrantable de seguridad.

“Hmm, ¿Cómo está seguro de eso?”

“Antes de que yo fuera tirado por el acantilado, escuché una risa que provenía de la persona que me empujó. Su risa es exactamente igual a la de ella.”

“¿Y eso es suficiente prueba para usted?”

“…”

Creí que podría salir de esta, pero no tenía caso. No tenía realmente alguna prueba física para confirmar lo que decía. Estaba contra la espada y la pared.

“¡Exacto! ¡No puedes afirmar nada sin pruebas, idiota!”

Decía Misaki en un tono burlón. Odiaba admitirlo, pero tenía razón. Si no presentaba alguna prueba, no iba a ser capaz de demostrar nada.

Pensé que ya todo estaba perdido, pero entonces…

“Hay pruebas.”

Dijo la persona detrás de mí, Atsushi, quien luego tocó mi hombro.

“¿Ah, es así? ¿Podría verlas?”

“Por supuesto.”

Atsushi metió la mano en su bolsillo, y de allí sacó una pequeña libreta. Parecía algo vieja, pero tenía un montón de decoraciones femeninas encima, tantas que me daban náuseas de solo verlas.

Por un segundo me pregunté qué era esa libreta, hasta que miré la cara de Misaki.

Ella estaba completamente en shock, como si no creyera lo que estaba viendo. ¿Acaso esa libreta tenía algo que ver con ella?

“¿Qué es esto?”

Preguntó la directora.

“Es un diario. Específicamente, el diario de Kurosawa Misaki. La prueba está justamente en ésta página.”

GenderSwitchs Vol. 1 (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora