9🍒

755 31 0
                                    

Pasamos un buen rato en la piscina hasta que nos cansamos y decidimos entrar a casa. Todo estaba tan bien, volvi a verlo como antes lo hice, como nunca creí volver a hacerlo. Ahora lo veía tan fragil, tan inocente, aunque esa pequeña voz en mi cabeza me pide a gritos que no me deje llevar no puedo evitarlo. Verlo asi, tan feliz, sonriente me trae recuerdos y me hace quedarme con el Matias lindo, amistoso, me hace olvidar al Matias manipulador, a ese el cual no solo a mi ha lastimado, ese Matias al cual mi corazón sigue rechazando.

Me levante del sillón para ir por mas palomitas, sono el timbre y escuche a Matias levantarse, que no sea quien creo que es le rece a ese ser todo poderoso el cual probablemente ni siquiera existe pero si era quien creía que era. Y vuelve ese Matias, el Matias que con una mirada me hace temblar de miedo.

-Elizabeth, es para ti- volteo y ahi esta, esa maldita sonrisa cinica que solo me deja ver a ese Matias enojado. Atras de el un Max algo confundido.

-Hola Max, ¿se te ofrece algo?- pregunte confundida pero a la vez preocupada, una palabra mal usada podria ser una sentencia de muerte estando Matias escuchado.

-Queria preguntar si estas bien, hoy tampoco asististe a clases y me preocupe, solo quería confirmar que no estas mal.- me sorprendió la verdad que viniera apesar de haberse visto tan intimidado por Matias hace tan poco.

-No te preocupes Max, estoy completamente bien. Mis padres estan haciendo negocios y decidieron que seria mejor si estuviera aqui en casa disponible para ellos, yo y Matias somos básicamente la cara de lo que venden asi que nos necesitan disponibles- se veía sorprendido y Matias se hacia el que no escuchaba lo que hablábamos desde el otro lado de la cocina.

-perfecto entonces- respondio Max- me voy, tengo tarea que hacer y deberes, si tienes problemas para ponerte al dia cuando regreses me avisas si?- solo asenti con una sonrisa.- bueno me marcho, fue lindo hablar contigo hoy.

-seguro, cuando gustes y perdón por no responder textos, Matias cree ser mi padre y me quito acceso a cualquier tecnología que no le agrade- Max solo rio y salio por la puerta, solo me gire para encontrar a un Matias que parecia algo molesto.- ¿cual es el problema Matias?- lo mire ya aburrida de sus berrinches

-no sere tu padre pero tengo aun mas derecho de prohibirte lo que quiera que tu mismo padre.- lo mire y puse los ojos en blanco, me tenia cansada su comportamiento de padre sobre protector.

-Esta bien Matias, igual siempre haces lo que quieres, lo que deseas se te cumple.- escuche su risa, esa risa sarcastica que solo me me dejaba en claro lo patetica que el me creía y la peor parte es que siempre fue así, siempre me creyó patética o inferior a el. Aunque nuestra relación fue mayormente perfecta, muy cerca de la relación que cualquiera querría, una relación adolescente llena de amor también fue lo que nadie deseaba. Engaños y otras personas, una en especifico.

-sabes que siempre sera Así amor, siempre obtengo lo que quiero y no hay una sola razón por la que debería dejar de ser así. Mis deseos para ti deberían ser ordenes.- me intimidaba, lo acepto y la peor parte es que lo sigue haciendo. Me limite a simplemente subir a mi habitación y encerrarme a llorar. Pensé que había cambiado, ese fue el problema. Unas simples sonrisas y palabras vacías fueron suficientes para hacerme sentir bien, para ilusionarme.

Matias nunca fue capaz de liberarse de terceros ni de pedir disculpas sinceras. Su amor no era amor, era una obsesión la cual se ligo a mi. No me amaba, incluso podría decirse que me odiaba pero no me dejaba a ir, el problema era que yo si estaba enamorada de el, yo si lo amaba y estaba dispuesta a todo por el. Ahora lo único que nos une son dos cosas, un horrible secreto y el negocio de nuestros padres. Lo ame y demasiado pero ese amor algo bueno no me trajo, ni a el ni a mi.

Al principio el problema era mío, mis inseguridades me hacían creer que habían mas personas hasta que me di cuenta que no, yo era la única hasta que ese miedo se volvió una realidad y llego ella. Los dos nos tuvimos el uno al otro, en diferentes circunstancias.

 𝓢𝓸𝓵𝓸  𝓽𝓾𝔂𝓪🍒 Max Valenzuela🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora