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Me encontraba sentada en el borde de un largo edificio mirando hacia abajo.
Me di cuenta de lo frágil que la vida podía ser.
Todo era frágil.
Todo debía ser protegido.
Todos somos de vidrio.

-¿Vienes?- grito el unos pasos detrás de mi.

-Ya voy.- respondi

Mi chico me llamaba.
Mi chico.
Mio.
Aun no asimilaba que estuviéramos juntos.
A medias pero juntos.

De mi pequeño bolso saque la pequeña agenda que llevo a todos lados y revise que tenía que hacer hoy.

Terapia, 6pm

Terapia en alrededor de tres horas, me daba tiempo para ir a hacer las compras de la semana.

Me levante y empece a caminar a la puerta que dejaba que bajaras por las escaleras del edificio donde vivía por el momento.

Directamente me dirigí al supermercado. Tenía poco tiempo viviendo aquí, cuatro a seis semanas, tratando de tener una vida normal.

Mientras veía todo en el super mercado sentí a alguien.

No, no sentí a alguien.

Lo sentí a él.

Levante la mirada y lo vi, parado frente a mi.

No es real
No es real
No es real
No es real

Me repetí a mi misma unas mil veces mientras miraba al suelo.

Yo lo vi morir.
El murio frente mío.
El se quitó la vida frente a mi.
Matias ya no estaba aquí y el que yo siguiera amándolo nunca cambiaría nada.

-¿Pasa algo?- me pregunto Max con una canasta llena de frutas en el brazo.

-No nada, todo esta bien.- dije claramente mintiendo.

Necesitaba dejar de hacerme esto.
Se que cuando le diga a la señorita Gutierrez sobre mi relación con Max se enojara puesto que siempre termina mal, aun así, no me importa, es lo único que me recuerda a el, lo único que lo mantiene vivo en mi interior.

Quizás eso es lo que esta mal. Aun trato de recordarlo.

"Elizabeth deja de engañarte, aun usas sus camisas para dormir, aun usas sus sudaderas, obviamente tratas de recordarlo, obviamente tratas de sentirlo" me dije a mi misma.

Me esta volviendo loca.

No he encontrado la respuesta al porque nunca fui suficiente para que el me quisiera, para que el viviera por mi.

Pero el ya estaba dañado y supongo que no podría hacer nada para cambiarlo.

Ya en el departamento pusimos todas las cosas compradas en su lugar.

5:20 pm

Aun tenía tiempo así que me di una ducha.

5:47pm

La hora en la que comencé a caminar hacia el consultorio de la señorita Gutiérrez, mi terapeuta.

Llegue cinco minutos más temprano de lo acordado y esperé fuera del pequeño consultorio que no estaba muy lejos del edificio en el que vivía por el momento.

-Elizabeth, por primera vez temprano.- dijo la señorita Gutiérrez abriendo la puerta de su consultorio mientras sonreía y me indicaba que pasara con sus manos.

-Buenas tardes.- dije entrando a tal habitación para enseguida sentarme en uno de los pequeños sillones en ella.

Era simple, una no tan grande habitación con una gran ventana con vista a las afueras del consultorio.

 𝓢𝓸𝓵𝓸  𝓽𝓾𝔂𝓪🍒 Max Valenzuela🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora