Gotas Carmín [Alucard x Trevor]

§† IV. Gota †§

Estaba incómodo, hace mucho que no usaba una vestimenta tan formal.

Un traje negro con zapatos del mismo color, una camisa blanca, corbata azul era su conjunto, sin contar —a su parecer—, el ñoño peinado que la oráculo le obligó a tener: cada cabello peinado perfectamente hacía atrás.

Ahora estaban infiltrados en el baile de una familia importante, necesitaban información, que mejor que ese lugar, regado de vampiros de donde sacarla y el doble de humanos para pasar desapercibidos.

Alucard no estaría presente por mucho que quisiera. Podrían reconocerlo fácilmente y eso no los ayudaría. Así que permaneció en una distancia prudente.
Shypha se haría cargo de los varones y Trevor con las damas.

No habían obtenido nada relevante durante la velada. Planeaban marcharse cuando los vampiros hicieron su movimiento.

Pronto ya estaban rodeados mientras la gente estaba siendo asesinada. Se colocaron en posición de ataque y permanecieron atentos a cualquier movimiento.

—Ve por ricitos mientras me encargo.

—¿Puedes aguantar sin mi? —burló.

—Muy graciosa.

Estaba cansado, aún así la protegería hasta que escapara. Quisiera o no admitir esta vez no podría solo, necesitaba a Alucard para librarse de esta.

—No lo necesito. Los eliminaré a todos ahora mismo.

...

Usó todas sus armas, la mayoría ya rotas. Herido hasta la coronilla y más inconciente que otra cosa.

—Tiene un buen paquete —Sonrió la joven vampiro— ¿Puedo tenerlo como mascota?

—Es un Belmont deberíamos matarlo.

—Hermanas por favor —hizo un puchero—. Mirenlo es apuesto y esos ojos son preciosos.

—Que se lo quede. Solo tenlo bien vigilado.

...

Su corazón se detuvo al ver tal escena:

El suelo estaba repleto de cuerpos masacrados, la sangre regada por todo el lugar.

Ambos permanecieron en impactados por segundos, el primero en reaccionar fue el rubio quien desesperado comenzó a buscar entre los cuerpos al cazador, rogando siguiera vivo.

Nada ¡Nada!

Tal vez llevó la batalla a otro lugar o logró escapar. Tal vez estaba mal herido

—¡Alucard este anciano aún sigue vivo! —Corrió donde su compañera para ver al hombre agonizando.

—S-se lo llevo.

—¿A quién? ¿A dónde? —lo sacudió desesperado.

—Al joven cazador.

El último aliento salió y con ello la muerte del único sobreviviente de la masacre en ese lugar.

Se habían llevado a Trevor.

Se metió con lo que era suyo y eso no lo permitiria.