IV

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La mañana siguiente, Nesterka decide visitar la casa de una viejecita sabia. Donde le cuenta todo lo que había presenciado el joven la noche anterior.

- Hijo mío, la popevna es una bruja. Una hechicera caníbal poseída por el demonio, aún así, ves esta noche y obsérvala -le explica la vieja – si te ve y va a atacarte, le enseñas este crucifico rojo mientras oras en voz alta cualquier oración. A continuación, clavarás cuatro clavos en el féretro en el que se esconda la bruja. Y aún orando en voz alta, abandonas la iglesia.

Cae la noche y el cosaco, recordando todo lo que le había dicho la vieja, vuelve a la iglesia y se esconde en la parte trasera. Cuando va a levantar la mirada, encuentra al pope rezando en medio de la iglesia con una sola vela alumbrando todo el oratorio.

De repente se escuchan susurros que hacen eco ya que rebotan contra las paredes del templo. Hasta que la palabra se hace más compresible, decía bátiushka. Se escucha más alto hasta que duelen los oídos de la gran fuerza con la que grita la hija del pope. De repente silencio. No sucede nada más que silencio, solo se escucha el viento pegando contra las ventanas hasta que apaga la frágil vela. El pope prende otra cerilla y la vela vuelve a cobrar su función. Continúa con la oración. El cosaco sigue vigilando cada movimiento del pope hasta que descubre una silueta detrás del sacristán.

Todo sucede muy rápido. Se veía perfectamente la manera de desmembrar y descuartizar que usaba para comerse a su víctima. ¿Cómo era posible que la popevna fuera capaz de comerse a su propio padre? ¿Tan hambrienta estaba que decide dejar el mero por la tilapia?

Presencia toda la escena y cuando ve que la popevna ha terminado su manjar, alza la cabeza en dirección a él. Y poco a poco va acercándose. El cosaco levanta la cruz roja frente a la hechicera y comienza a gritar y orar a la vez. La bruja al ver el crucifijo, se va corriendo hasta meterse en un féretro. Clava los cuatro clavos en cada esquina y vuelve hacia el caballo con la oración en la boca.

Todas las noches volvía a la iglesia a comprobar el féretro, pero una noche no volvió.

La bella popevnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora