Hombres de Acción [MEWGULF]

Sexta Parte

Cuando Gulf despertó tenía un fuerte dolor en la cabeza, y en la cara y en el estómago, en realidad era difícil decir que parte no le dolía, pensó que quizá tenía algunas costillas rotas, por que no era normal tener tanto dolor al respirar.

Estaba dentro de una habitación pequeña, que sólo tenía la cama donde el estaba acostado, un escritorio con algunos libros desparramados sin cuidado, una pequeña mesa, con dos sillas, y 2 puertas.

Se sentó un poco, dándose cuenta que su ropa había sido cambiada por una limpia, probablemente tenía una venda alrededor de sus costillas por que sentía una presión agradable, a pesar de los aguijonazos de dolor que le daban cada vez que intentaba expandir sus pulmones para meter aire.

De pronto un sudor frío le recorrió por completo, si hubiera tenido un espejo probablemente hubiera notado que su piel se ponía palida, su vista se poso en la mesita de noche junto a su cama, que no había visto en su recorrido inicial, y miró su ropa que al parecer había sido lavada.

Ya estaba seca, así que no podía decir con exactitud cuánto tiempo había estado inconsciente.

Desdobló un poco su ropa, y lo que estaba buscando cayó en la cama, su amuleto.

Él amuleto que ocultaba su olor, y que impedía que los demás notarán que era un Omega, trago audiblemente, de repente un sudor frío lo recorrió.

La puerta se abrió de golpe, haciéndolo saltar un poquito en su lugar, por el susto.

Un hombre viejo, con bata blanca entró y se sorprendió un poco de verlo despierto "Es bueno que hayas despertado, ¿Cómo te sientes?"

"Un poco adolorido"

"Es normal, estarás mejor en unas semanas" Él viejo salió del cuarto de nuevo, y unos minutos más tarde regreso con Mew a su lado.

En el poco tiempo en que conocía a Mew, jamás había visto esa mirada en su rostro, tan fría.

Antes cuando Mew fingía delante de los demás novatos, Gulf podía notar claramente que de trataba de una máscara, pero ahora había una gelidez tan notoria, y Gulf estaba convencido que toda esa frialdad estaba dirigida a él, a pesar de que Mew no lo había visto a los ojos ni una sola vez.

Gulf apretó entre sus dedos el amuleto, para era obvio que Mew lo sabía.

"Nisiquiera me voy a tomar la molestia contigo, toma tus cosas y vete" su voz tan dura le caló en los huesos, de pronto sus ojos se sentían húmedos, pero las palabras de Mew dolieron, como si Gulf fuera tan poco que no merecía nisiquiera un castigo, por lo que había hecho.

"¿De que hablas? " Gulf miró de Mew al doctor, este último salió de la habitación, sin querer realmente intervenir en la discusión.

"Otros generales de alto rango vendrán, si te encuentran aquí te matarán" Tiró sobre la cama una bolsa para que Gulf recogiera sus cosas.

"¿Por que me ayudas?"

"Te devuelvo el favor, me salvaste la vida y estoy haciendo lo mismo por tí, toma tus cosas y vete, tu caballo está afuera"

Gulf no pudo evitar sentir su corazón doler por las palabras que Mew había pronunciado, se vistió rápido, se colocó el amuleto y metió sus demás pertenencias en la bolsa que Mew le había entregado.

"Él médico me debe favores, no te quites esa cosa y nadie se enterará de que eres un Omega" Dijo señalando el cuello de Gulf donde el amuleto colgaba.

"Sí nadie más sabe que soy un Omega por que no me dejas quedarme?" Preguntó enojado "Esto no me hace ser menos que los demás, tu lo sabes"