Lamento Boliviano (GyuHao)

2

Adentro hay un volcán

Que pronto va estallar

Yo quiero estar tranquilo

Minghao tosió un poco.

—Supongo que sí está frío para ti.

Pero el más bajo se aferró más a Mingyu, acercándose aún más a su cuerpo si eso era posible.

Mingyu miró al cielo y suspiró. Tener a Minghao así, a su persona amada, sostenida entre sus brazos.

¿Se le podría conceder tal deseo?

—Estás muy raro, últimamente me evitas más —dijo Minghao, con voz baja, con un tono de color azul.

Eso se sintió como una puñalada al corazón de Mingyu. No quería hacerlo, no quería evitar a Minghao. Pero lo hacía aún así.

—Estoy borracho, ¿te aprovechas de mi estado de ebriedad para sacarme la verdad?

—Sí, de hecho sí.

Mingyu rió y recargó su barbilla en la coronilla de Minghao.

—Manipulador.

—A veces —El menor cerró sus ojos, aún con su rostro hundido en el pecho de su amigo—. ¿Por qué me evitas, Gyu?

El moreno sacó la mano del bolsillo de Minghao y la colocó en su espalda baja.

—¿Por qué será? —Arrastró las palabras.

—Eso te estoy preguntando, menso.

Es mi situación

Una desolación

—Hey, no puedo decírtelo...

Minghao frunció el ceño e hizo ademán de separarse de Mingyu, pero este lo regresó a su pecho, siguiendo con su abrazo.

—Gyu, dime.

—Es que no puedo, Hao... ¿Reconoces a la osa mayor o es que soy el único que no la puede ver...?

—Mingyu.

El mencionado cerró los ojos.

—Ya te dije que soy idiota, Hao, sólo es eso.

"Y los idiotas nos enamoramos primero"

—Que no eres un idiota, pero el hecho de que me evites... Eso tal vez te hace un poco tonto. ¿Ya no te agrado, eh? ¿Es por eso? —Su voz sonó muy baja. Otra punzada a su corazón.

Oh, si Minghao supiera que era todo lo contrario.

Todo lo contrario.

—Jamás. Eres mi persona favorita, ¿no lo sabías?

Una sonrisa se asomó en Minghao.

—Pues no lo parece últimamente.