Máscaras

1 ( MUDANZA )

Holaa aqui Angus.
El dia de hoy les dejo el primer capítulo, no lo he subido porque he estado muy ocupado y sin ganas de escribir, pero ya se los he traído.
Nota: este capítulo es anterior a nuestro prólogo, el prólogo es un fragmento de un capítulo futuro.
Bueno a disfrutad!

El día empezó en cuanto mis oídos se agudizaron al escuchar el canto de las aves, aquel que sonaba en gran armonía, tan sereno y relajante. Con mis ojos abriendo de poco en poco, un pequeño rayo de luz entraba por mi ventana y daba en mis rostro, su calorcito, su radiante e irritante brillo golpeando mi cara provocaba que cerrara con fuerza mis ojos. Dándome vuelta y apartando aquel rayo de luz, desviando la mirada a mi despertador, indicando que son las 11:34.. ¿Tanto he dormido? Oh... claro se cual fue el motivo. ¡Minecraft! Eso hermoso y simétrico juego, magnífico y adictivo, el que me mantuvo despierto hasta tan de mañana. Mi cuerpo está pesado, no tiene ganas de moverse, la tan conforme calidez dentro de mis cobijas no me deja levantar, está perfecta temperatura. Cierro los ojos en un breve descanso. Las aves aún cantan, aún más fuerte talvez diciéndome que me levante. Abro mis ojos aún ardiendo, separó poco a poco las cobijas de mi cuerpo, una pequeña brisa entra por la ventana y toca mi piel desnuda haciendo que me estremezca un pequeño escalofrío. Continuo apartando la manta de mí, exponiendo mi cuerpo a la luz, a la brisa fría y refrescante. Tomo fuerzas y me siento en el borde de la cama, aún tambaleando por el sueño. Levanto la mirada y observo el cielo por el ventanal, con un azul tan vivo, sin nubes en el, solo aquel inmenso azul. Sopla nuevamente la brisa, arropando mi cuerpo ya expuesto solo cubierto por un bóxer negro de tela fina.

Todo está muy tranquilo, tanta serenidad me relaja, solo el melodioso cantar de las aves rompe la barrera de silencio. ¿Silencio? Silencio en esta casa, algo que no es habitual, lástima, es tan reconfortante. Pero tengo que continuar. Me levanto con toda la pereza del mundo, con mi cuerpo despegándose de aquella comodidad y mis piernas obteniendo rigidez, listas para lo que venga, me dirijo hacia el baño a descargar mi vejiga, y luego pasar a ducharme con agua fresca. Cojo mi celular y pongo música mientras me quito mi única prenda, y entro en la ducha.

Abro la llave y el agua cae de un rocío suave a uno más fuerte,  con el líquido corriendo por mi piel, mojándola poco a poco y así despertando completamente cada parte de mí. Tomo el jabón y lo froto por toda mi piel, creando espuma en el proceso. Su olor agradable entra por mis fosas y me  gusta, sentir la frescura del agua y la fragancia del jabón. Termino con el baño y tomo la toalla y comienzo a secarme todo el cuerpo. Seguido de eso tomo mi cepillo y comienzo a lavarme los dientes, al terminar salgo del baño y voy por mi armario para tomar algo de ropa, de todo lo que se encuentra en el, tomo un bóxer color azul, una bermuda color negra y una camisa blanca. Algo simple y fresco.

Seguido de eso salgo de la habitación que estaba hecho un total desorden, todo tirado por doquier, cosa que luego arreglaré, sin más, bajo las escaleras para ir por el desayuno que a estas horas ya era almuerzo.

Al ir bajando, el silencio comienza a crecer, cada rincón está en total tranquilidad, al cruzar el corredor comienza a aparecer la sala, totalmente desolada, no hay ningún alma en los alrededores, algo extraño por que no suele ser así.

-¡¡Mamá!!, ¡¡Papá!!, ¡¡Kale!! -grité esperando a que alguno de ellos me respondiera pero nadie lo hizo.

Me di paso hacia la cocina para ver si se encontraban en ella, pero no había nadie.

En la puerta del refrigerador noté que había una nota pegada en ella, supongo que mamá había salido de compras o talvez con sus amigas.