Lost Kisses | ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

🍂 06. 𝘔𝘢𝘭𝘥𝘪𝘵𝘰 𝘈𝘭𝘤𝘰𝘩𝘰𝘭.

Cuando Taehyung despertó, tenía un
terrible dolor de cabeza.

Por lo que, cuando intento ponerse de pie, se tambaleó y volvió a caer sobre las desordenadas cobijas. Su mundo daba vueltas y su estómago igual.

Cuando llegó al baño, las náuseas lo vencieron. Sintió que literalmente su alma se salía de su cuerpo. Asqueroso, pensó. Pero a pesar de aquello, se sintió mejor.

Se lavó la boca para que el desagradable sabor se fuera y se dirigió a la cocina.

La escena que encontró, hizo que todo
su ser volviera a la vida.

Jungkook estaba usando una camiseta
que le quedaba demasiado grande, por lo que parte de su hombro derecho estaba ligeramente descubierto y llevaba un short que no dejaba casi nada a la imaginación.

Taehyung no debería asombrarse, pues su menor solía dormir así y por lo general, también eran prendas que usaba para estar en casa, pero en ese momento no podía dejar de ver los apetitosos muslos del castaño. La piel acanelada de sus piernas musculosas le estaban haciendo babear.

Y se preguntó que se sentiría que esas preciosas piernas le rodearán
la cintura mientras...

Taehyung sacudió la cabeza.
¡Estaba siendo un maldito pervertido!

Jungkook al notar su presencia se
volteó y le dedicó una ligera sonrisa.

-Buenos días, Hyung.

Taehyung no sabía qué o cómo
responder, porque la imagen de Jungkook con un delantal mientras preparaba el desayuno estaba acabando con él.

¡Joder! ¿Cómo podía Jungkook ser tan
lindo?

Taehyung se moría de ganas por pellizcar sus mejillas y besarle todo el rostro... Y los labios, como aquella vez...

Él no era alguien cariñoso o cursi
por naturaleza. Pero Jungkook lo tenía
completamente a su merced. Aunque
claro, el castaño no sabía eso. Al menos aún no.

-Hyung, preparé el desayuno - informó.

Taehyung asintió y agradeció a su menor, quien había hecho un desayuno al estilo americano. Se zampó los huevos revueltos y un par de tostadas.

Realmente estaba hambriento y por
fortuna el dolor de cabeza que tenía
estaba disminuyendo un poco.

Estaba tan concentrado en llenar su estómago que tardó en notar la mirada atenta de Jungkook sobre él mientras tomaba un sorbo de su taza de café cargado.

—¿Pasa algo, Jungkook?—decidió
preguntar.

El mencionado pareció salir de sus pensamientos.

—Estás muy callado ¿Hay algo de lo que quieras hablar?

El castaño bajó la mirada. Parecía
estar debatiéndose algo internamente.

Jungkook aún sostenía su tostada en una mano y el cuchillo con mantequilla lista para untar. Por un momento, levantó la mirada y lo vio con expresión decidida y firme, pero se desvaneció casi de inmediato cuando sus miradas se encontraron.

Jungkook agachó la cabeza y dejó lo que tenía en sus manos sobre el plato para luego colocarlas sobre su regazo.

-No, Hyung. No es nada. -soltó y se
levantó de la mesa- ¿Aún tenemos jalea?

Algo no iba bien, definitivamente.

—Jungkook. —empezó a decir, pero su
menor ya estaba en la cocina, revisando las repisas distraídamente en busca del dulce.

Se acercó a él por detrás y lo tomó del hombro. Hizo que girara en su dirección.
— ¿Qué ocurre?

El castaño se negó a mirarlo.

—¿Recuerdas como llegaste a casa
anoche? -preguntó en cambio.

El pelinegro frunció el ceño.
¿Qué tenía que ver eso...?
Entonces notó que no recordaba
absolutamente nada de su trayecto de
vuelta a casa.

¿Cómo había llegado? ¿Lo habría traído Hoseok? ¿Quizá Jimin? No, Jimin definitivamente no habría ido a buscarlo con lo molesto que estaba después de anunciar que iba por unos tragos

Entonces ¿Podría haber sido Chanyeol? ¿O había vuelto solo?

Había estado en la fiesta con un grupo
de amigos de su facultad al principio
y luego, encontró a sus mayores... Y
después nada. ¿Se habí emborrachado tanto? ¿Cómo había vuelto?

—No —respondió finalmente.— No lo
recuerdo, ¿Por qué preguntas? ¿Estás
evitando el tema?

Jungkook tomó aire y enfrentó sus
miedos de una vez por todas.

—No. Él que ha evitado el tema has
sido tú, Hyung. No quisiste decirme
lo que ocurrió después de la fiesta
la vez pasada. Y ayer, estando ebrio
finalmente lo soltaste. Tú me... —dudó
por unos escasos segundos antes de
confesar. -Me besaste. Aquella vez y ayer también.

«¿Ayer también?»

Taehyung estaba sin palabras. No
podía creer lo que oía. Y cuando
finalmente digerió sus palabras sólo
pudo pensar «Oh, mierda. Maldito
alcohol». No recordaba nada de lo
que había sucedido ayer por la noche
у definitivamente todo iba por mal
camino.

No sabía cómo reaccionar ni qué decir. Su cerebro aún estaba desconectado, se sentía adormilado y le punzaba las sienes dolorosamente mientras forzaba a su mente a traer de vuelta los recuerdos.

Pero no había nada.

Jungkook lo miró ansiosamente,
esperando respuesta alguna. Pero él
era incapaz de dársela. Había metido
la pata por segunda vez ¿Cómo podía
justificarse, disculparse y declararse
sin sonar forzado, patético y mentiroso?

¿Qué podía hacer para no sonar como
un maldito mentiroso?

—Hablaremos más tarde declaró Jungkook con un gesto que claramente denotaba enojo, -cuando estés completamente en tus sentidos, Hyung. Quedé en verme con los chicos en donde Hoseok. Así que será mejor que vaya antes de que se me haga tarde.

Jungkook pasó a su lado y se fue directo a su habitación, dejando la jalea sobre la mesa del comedor y su tostada intacta.

Su mentira al final si se había vuelto en su contra.