Lost Kisses | ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

🍂 10. 𝘉𝘦́𝘴𝘢𝘮𝘦.

                   

🍂Especial 1🍂
                         

Jungkook suspiró mientras trataba de corregir los errores de su tarea. Había
pasado toda la tarde, por no decir todo el maldito día sentado en aquella mesa. Se sentía agotado pero por suerte ya no le faltaba mucho.

Cerró los ojos por un momento y se
concentró en la música que había
puesto. La melodía era tranquila pero
alegre, cada nota hacía que su cuerpo
sintiera unas ganas inmensas de bailar.

Observó a su novio, quien estaba al
otro lado de la habitación, sentado en el sofá de la pequeña sala con su portátil apoyada sobre sus piernas.

Su novio...¡Taehyung era su novio!
A pesar de que ya había pasado un
mes desde que ambos confesaron
sus sentimientos y se convirtieron en
pareja oficialmente, Jungkook de vez en cuando aún sentía que estaba soñando.

Las cosas seguían prácticamente
iguales, solo que con más palabras
cursis de por medio y a eso se le
sumaban abrazos y también besos.

Los besos... Jungkook en definitiva se
había vuelto adicto a los labios de
su Hyung. A veces dulces y a veces
sensuales. Pero siempre jodidamente
increíbles.

Jungkook estaba tan contento con su
noviazgo, que tanto Seokjin como Hoseok y Yoongi solían decirle que parecía brillar de felicidad.

Mientras miraba a Taehyung, Jungkook pensó en los momentos que había compartido con el pelinegro.

Recordó las largas conversaciones al final del día, las cajas de pizza de una tarde de películas, las noches en vela por las tareas, ambos llevándose café y haciéndose compañía cuando tenían
que desvelarse por sus tareas o pruebas. Ambos cuidándose cuando
alguno se resfriaba. Las sonrisas y
carcajadas cuando hacían bromas, sus
discusiones acerca de a quién le tocaba hacer los mandados, el consuelo mutuo que se brindaban en días difíciles, las noches de anécdotas...
Había compartido eso y más con
Taehyung y con el paso del tiempo,
había descubierto también todas
sus facetas.

Jungkook comparaba a su Hyung con la luna. Porque este no siempre se mostraba completamente.
A veces parecía un cuarto creciente,
a veces una luna nueva y otras, una
resplandeciente luna llena. Esa era su
faceta favorita, sin duda. Aquella en
la que Taehyung se mostraba tal y como era, donde bajaba todas sus defensas y simplemente era él.

Y en ese momento, Jungkook estaba
presenciando aquella faceta. La
sonrisa suave pero honesta que Taehyung le brindaba, hizo que su corazón se agitara.

—Tengo hambre. —escuchó decir a
Taehyung, sacándole de sus pensamientos. Jungkook rió por lo bajo. Tae era en definitiva su completa perdición.

—¿Ordenamos algo? -sugirió el
pelinegro- ¿Te gustaría algo en especial, Kook?

Jungkook sonrió y se puso de pie,
moviendose al ritmo de la música se
acercó a su novio.

—Quiero pizza. —dijo con una sonrisa
cuando llegó al pelinegro—. Pero
primero quiero que bailes conmigo. –
añadió, colocando la laptop en la mesita de centro y obligando a su Hyung a levantarse del sillón.

—Jungkook, no —dijo su mayor con una sonrisa nerviosa—. Sabes que no soy bueno.

—Pero no lo haces nada mal. Vamos,
concédeme una pieza Hyung. —dijo
Jungkook haciendo un puchero, sabiendo que Taehyung sería incapaz de resistirse.

A pesar de sus negaciones y quejidos, el pelinegro terminó bailando con él entre risas y movimientos torpes.

Ambos giraron y se deslizaron. Sus
pies descalzos sobre el piso de madera. Poco a poco, Taehyung se movía con mayor fluidez y dejaba a un lado esa vergüenza inicial que siempre tenía al bailar. Comenzando incluso a tomar el control de los movimientos de ambos.

Cuando Taehyung lo pegó a su cuerpo
sujetándole de la cintura, Jungkook
correspondió el abrazo rodeándole el
cuello. Le encantaba sentir los brazos
de su Hyung encajando perfectamente
con su cintura. Le encantaba
esconderse en el cuello de Tae y
aspirar su aroma.

Besó un par de veces el cuello de su
novio antes de alejarse un poco y notar que este le sonreía, Jungkook no pudo sentirse más enamorado.

Deslizó sus manos hacia las mejillas del mayor, quien cambió la posición de sus brazos y los colocó alrededor de su cuello, acercando aún más sus rostros. Sus narices se rozaron y poco después las movieron en un tierno beso esquimal.

Taehyung observó como Jungkook
cerraba los ojos y acercaba sus labios, ansioso por recibir un beso. No pudo evitar burlarse un poco de él. Besó su nariz, las mejillas y las comisuras de sus labios un par de veces, sin llegar a
profundizar el contacto hasta que
Jungkook bufó entre molesto y divertido.

—Taehyung. —llamó el castaño.

—¿Sí?

—¿Qué esperas para besarme? —
reclamó Kook, haciendo reír al pelinegro.

—¿Tanto quieres que te bese?

—Joder, Kim Taehyung. Sí. Bésame
murmuró antes de lanzarse para
atrapar sus labios.

Taehyung sonrió ligero en medio del beso. Jungkook cada vez era más atrevido y tomaba la iniciativa más seguido. Eso le gustaba.

Se aferró con más fuerza cuando el
beso se tornó más fogoso. Disfrutaba en demasía de las sesiones de besos y sabía que ese era solo el comienzo. Después de todo, aún habían muchos besos perdidos que ansiaba recuperar.