Capítulo Único

523 75 343
                                    

P R I M E R A   P A R T E

—¡Bienvenidas a McDonald's, donde tu barriga se llena y tu corazón se alegra! ¿Cuáles de nuestras apetitosas opciones les parecen más gustosas? —repetía con alegría el azabache.

Las chicas del otro lado del mostrador rieron nerviosas. Por dentro, Gilbert se sentía realmente estúpido tras lo que llevaba puesto.

Recibió un par de ordenes y cuando la fila terminó volteó hacia la niña sentada en el mostrador lateral. Frunció el ceño.

—Baja de ahí, Delphine —ordenó, "molesto".

—¿Crees que le haré caso a un dinosaurio verde con gorro mexicano? —se burló la niña, haciendo jugar sus pies que no llegaba al piso.

Gilbert bufó quitándose el sombrero.

—Detesto tu cumpleaños —refunfuñó, deshaciéndose de la capucha del disfraz. Le había costado demasiado rogarle a su sobrina que no eligiera un atuendo con una enorme cabeza de dinosaurio de la cual pudiera ver a través de la boca. 

—Agradece que papá te ha dado el empleo.

Gilbert fingió ofenderse y llevó una mano a su pecho.

—¡Yo literalmente le he dado dónde vivir! —se quejó el chico, alzando sus anchas manos de dinosaurio.

Bash era un padre realmente apasionado cuando de su hija se trataba. En una ocasión había cerrado toda la calle donde estaba la tienda para hacerle una fiesta exclusiva a Delly. Este año, en cambio, ella había querido una atención al público con su tío como dinosaurio y una decoración acorde a una idea mexicana.

—Ya, ya, T-Rex, hay gente esperando. Ve —hizo ademanes con la mano para señalarle que volviera al mostrador— ¡Y no olvides sonreír!

Gilbert gruñó y comenzó a caminar de regreso a su lugar, acomodando el traje. Frenó en seco cuando vio quién lo esperaba. Una chica pelirroja, con ambas manos sobre el mostrador y la mirada atenta en la pantalla de opciones por encima. 

Maldijo en lo bajo, quiso quitarse todo lo que traía encima, pero del otro lado estaba su sobrina inspeccionándolo. Y, por más de que pasara vergüenza, su corazón haría hasta lo imposible para ver feliz a Delly.

—Oh, hola —la chica desconocida no pareció reparar en el dinosaurio que tenía delante cuando saludó, tuvo que tomarse un momento para mirarlo de arriba abajo. Su semblante mostró la incredulidad, pero para sorpresa de Gilbert no se burló—. Comida mexicana vendida por un T-Rex —sonrió ampliamente—, me gusta. 

—No estoy seguro de que esto sea un T-Rex —Gilbert bajó la mirada. Los pantalones le quedaban grandes y holgados, según él, parecía tener patas de elefante. 

Ella rio corriendo un mechón de cabello detrás de su oreja. Algo detrás llamó su atención. Allí estaba Delphine, observando la situación "escondida". 

—¿Tu hermanita? —inquirió, señalándola con la mirada. El pelinegro se volteó para verla también y enarcó una ceja. 

—Oh, sí, porque tenemos muchas cosas en común —bromeó él—. Mi sobrina, de hecho. Cumple diez años y al parecer soy su marioneta —rodó los ojos, sus dedos jugaban sobre el mostrador—. Entonces... ¿qué vas a pedir? Por favor no me hagas decir el mismo saludo de siempre.

Ella recargó su peso en una pierna y cruzó los brazos sobre el pecho—. ¡Por supuesto! No querrás perder tu trabajo, ¿o sí?

Gilbert entrecerró los ojos, divertido. Se mordió el labio, frustrado, y recordó mentalmente la misma frase de siempre.

EL CHICO DEL MCDONALD'S; Shirbert One-Shot [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora