1 (Descriptivo)

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Abri mis ojos.

No podía escuchar con claridad.

Sentía como un zumbido. Era lo único que escuchaba.

Me dolían muchas partes del cuerpo. Me dolía la cabeza, los brazos, piernas, torso, cuello.

Mas bien dicho.

Me dolía todo.

No me podia mover.

Estaba recostada, es lo único que sabía.

Los párpados me pesaron así que volví a cerrarlos.

De pronto sentí como me elevaba.

El zumbido en mis oídos no desapareció pero ahora escuchaba algunas voces y una sirena de una ambulancia.

Ahora todo tenia sentido aunque no lo recordara. Había sufrido un accidente.

Cuándo, dónde y como no sabía. Lo importante es que seguía con vida y una ambulancia me había recogido.

Abri los ojos de nuevo pero una intensa luz me obligó a cerrarlos inmediatamente.

Sonó un chasquido como si hubieran cerrado la puerta y el vehículo avanzó.

El zumbido no me dejaba entender por completo lo que decían las voces a mi alrededor pero sabía que decían algo. Parecían nerviosos.

— ¿Estás despierta?

Finalmente entendí lo que decía una voz. Era una voz femenina.

Abri los ojos y ví a la chica que me hablaba.

— Al parecer si estás despierta.

La chica sonrió.

— Te trasladaremos al hospital tan pronto sea posible.

Sus ojos llamaron mucho mi atención.

Quería decirle algo. No sabía bien con exactitud que quería decirle.

Probablemente un simple gracias.

Pero mi boca no se movia. No podía emitir sonido alguno.

Era realmente frustrante.

Se alejó un poco y después de tiempo se me cerraron los ojos.

No sin antes advertir en un letrero encima de la bata de aquella chica.

"Park Jihyo"

Ese nombre estaba al lado de algunos otros datos del Hospital donde trabajaba los cuales no alcancé a ver ya que mis ojos se cerraron y caí inconsciente.















Apenas desperté me enteré de lo sucedido en el accidente.

También entendí la causa de haberme desmayado en la ambulancia.

No dejo de pensar en aquella chica de la ambulancia.

Era realmente hermosa. Cada detalle de su perfecto rostro parecía tallado por los mismos Ángeles. Cada célula de su piel parecía bendita por todos los dioses a los que reza la humanidad.

Si es que acaso no era ella una Diosa.

Su voz era tan dulce al momento de estar en la ambulancia. Era la única voz en la que no se notaba un asomo de tensión o nerviosismo.

Era calma entre el caos.

Era un oasis en medio del árido desierto.

Si nunca había creído en el amor a primera vista debia de ser seguramente por que nunca la había conocido a ella.

Su nombre se repetía infinidad de veces en mi cabeza. Su nombre estaba tatuado en mi alma.

No importaba realmente cuánto tiempo pasara en aquel hospital recuperándome.

Lo importante es que apenas saliera iría por aquella paramédico.

No me rendiría jamás.

Salvo mi vida y se adueño de mi corazón. Salvo mi corazón solo para llevárselo.





































































Cerré el diario que había escrito en el hospital y sonreí.

Miré al sillón al lado contrario en mi Sala donde solo estaba mi cachorro echado.

Después mire a la chica a mi lado.

Ya habían pasado 2 años.

Fue sorprendente como la paramédico que me salvó ahora estaba conmigo descansando entre mis brazos.

Fue hermoso como aquella chica que me habló para preguntar si estaba despierta ahora se despertaba a mi lado.

Park Jihyo...

La chica que amo y me ama.

Park Jihyo y tu ONESHOTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora