Capítulo 10 - El atentado

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Cuando subo al avión de regreso no existe un solo pensamiento en mi mente, mi cabeza esta en blanco escucho a Oleg hablar, moverse de un lado a otro redoblar la seguridad y yo estoy ahí sentado en medio del vacío, no puedo ver nada, pensar en nada...

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Cuando subo al avión de regreso no existe un solo pensamiento en mi mente, mi cabeza esta en blanco escucho a Oleg hablar, moverse de un lado a otro redoblar la seguridad y yo estoy ahí sentado en medio del vacío, no puedo ver nada, pensar en nada, hablar nada, me muevo en automático, el avión sobre vuela la ciudad, Oleg se sienta frente a mi

—señor— dice una vez —señor, repite de madre insistente—

—si— respondo desde mi lejanía

—hay algunos heridos, pero no encontramos a la señora Guldem ni a la señorita Demet—

Solo bajo la mirada, no puedo responder a eso, no se que responder, es como si todas mis vías estuvieran apagadas, mis reacciones, mentales, vocales, o motoras están inhibidas, no hay reacción; cuando aterrizamos en Hakkiri, nos movemos de manera rápida hasta mi barrio natal, en cuanto entramos puedo distinguir el caos, la gente corre alrededor todos se encaminan hasta el restaurante de mi madre, veo a Oleg y al enorme equipo de seguridad bajar a prisa, me mantienen dentro del auto; la pequeña casa esta completamente demolida, los bomberos están apagando los vestigios finales de fuego que existen y un grupo de gente, esta levantando los escombros, vuelvo la mirada hacia el lado contrario y entonces las veo venir hasta los autos están bien, están perfectas, se mueven con sigilo y mis sentido se activan por completo, abro con desesperación la puerta del lado contrario y bajo aprisa para llegar hasta ellas, veo a Oleg y al equipo de seguridad volverse pero no me importa; avanzo a grandes zancadas hasta ellas, y las tomo entre mis brazos justo en ese momento el switch dentro de mi se enciende por completo.

Mi madre me abraza con fuerza, esta asustada —hijo, estas aquí— me dice

—estoy aquí madre— respondo, nada va a pasar

—ella, ella me salvo, me saco de aquí—

—gracias— le digo volviéndome para ver a Demet, ambas están entre mis brazos, beso el cabello de mi chica, Oleg nos toma a todos y nos coloca dentro del auto

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—gracias— le digo volviéndome para ver a Demet, ambas están entre mis brazos, beso el cabello de mi chica, Oleg nos toma a todos y nos coloca dentro del auto.

—será mejor que nos vayamos señor—

—será mejor que nos vayamos señor—

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Las 2 Caras de Can YamanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora