Telaraña

CAPITULO 2

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Louis armó su telaraña, él se veía atrapado y sin salida. Pero aquel juego apenas había comenzado. Y Harry pretendía salir muy bien parado, esa vez.

Harry sabía que Louis no tendría problema alguno para preparar los papeles que le exigiera en tiempo record. Con sus contactos y su influencia, ya debían hasta estar listos.

La tienda estaba llena, con muchos pedidos atendidos por teléfono, muchas personas entrando para escoger sus regalos. Pequeños floreros, cestos, buqués para una visita a un hospital, rosas para novias. Las opciones eran diversas y variadas. Harry preparaba un bello arreglo con papel celofán, cuando el timbre de la puerta sonó por vigésima vez.

Irguió la mirada para recibir al cliente y se deparó con Louis, que observaba sus gestos. Sabía muy bien lo que quería, no tenía la menor duda. La fuerza de su personalidad lo amedrentaba. Por un instante, Harry interrumpió el movimiento de sus manos y se quedó con la mirada presa a la de Louis. Enseguida, bajó la cabeza, mirando el spray dorado que utilizara momentos antes, en realidad sin nada en mente. En un impulso, consiguió dar los toques finales al buqué, arreglando los últimos lazos y prendiendo la tarjeta.

Cuando lo colocó en la mesa de entregas, oyó la voz de Louis:

- ¿Estás listo?.

Louis hablaba con suavidad, pareciendo prestar atención a una mecha de cabello, que caía en la cara de su esposo. Harry intentó encararlo con frialdad.

-Salgo a las seis de la tarde -le aclaró Harry.

El clima de la sala cambió de repente. Se podía casi palpar la tensión en la atmósfera. Los ojos de Louis se estrecharon en un brillo amenazador.

-Te puedes esforzar un poco más -comentó Louis.

-La tienda está llena -dijo Harry consultando el reloj. -Estoy seguro de que puedes aguardar algunas horas.

Claro que Louis podría. Entre tanto, no parecía inclinado a someterse a la evidente manipulación de Harry.

-Una hora -le advirtió Louis, le dio la espalda y se fue.

Ni bien pasó el vano de la puerta, Shawn la pareja de Niall, que oyó la conversación, se dirigió a Harry:

- ¿Estás loco?.

- Creo que si... -Harry concordó, procurando parecer controlado. Valiente, también.

-Admiro eso en un hombre -le dijo con una sonrisa Shawn.

Harry era un tonto si creía que podía vencer a Louis. ¡Pero el hecho de que Louis creyera que tenía el derecho de dictar los términos y que él los aceptaría sin discusión lo dejaba enloquecido! ¡¿Cómo podía ser tan prepotente?!

- Es una pena perderte, querido. Estábamos comenzando a conocernos -le dijo Shawn.

-Tal vez vuelva en breve -Harry sonrió, con buen humor.

Shawn le ofreció una larga sonrisa.

-Dudo que el muchacho te deje alejarte de nuevo. Si quisieras, puedes irte, yo consigo encargarme del resto -con las pupilas brillando con malicia, completó. -No estoy en contra una buena provocación.