1 "La Fiesta"

28 1 0
                                    

Emma

Voy caminando por el pasillo del baño, cada vez siento como se va cerrando el pasillo, creo que he tomado mucho alcohol, cada vez mis pies se tropiezan y todos los que están entre los pasillos me ven de una forma asquerosa, llego hasta el baño, y me mojo la cara, mi respiración es errática y necesito dar muchas bocanadas de aire, ya he pasado por esto antes,y he de admitir que se siente horrible esa presión en el pecho.

Tener ataques de pánico apesta.

Poco a poco mi respiración se va controlando, cuando acaba el infierno me miro al espejo.

—Recuerda Emma Miller, no dejes que vean tu vulnerabilidad, siempre viste de rosa, que vean solo una parte. — Digo mirándome, tratando de engañarme a mi misma.

Creo que la primera vez que me dio un ataque de pánico tenía 14 años, acababa de morir mi madre, Clarisse Miller, yo estaba llorando en mi cuarto, cuando de la nada no podía respirar en eso llegó mi mejor amigo, Mason, y me acariciaba la espalda y me decía que controlara la respiración.

Extraño esos tiempos, ahora ya no lo tengo, ni se porque se alejo de mi, más bien, porque todos los que amo se alejan de mi de un día para el otro.

Mason, como describir a este chico, ojos azules, cabello castaño claro que si se pone frente al sol se hace rubio, desde pequeño a odiado el ejercicio y prefiere quedarse en casa leyendo libros.

Le gustaba o le gusta, no lo se, estar solo, o al menos sin interrupciones. Siempre lo encontraba leyendo libros de ficción y puedo asegurar que se leyó todas las de Harry Potter, a mi también me encantaba leer, pero me encantaba las de romance, amaba como pintaban a las personas diciendo que se odiaban pero pasaban cosas que los hacían sentirse unidos y se empezaban a enamorar. Todo es mentira.

El amor no sucede así, te puedo asegurar que la gente normal, se conoce en la escuela, trabajo, café, tinder o yo que se, tienen citas, si se gustan tienen más citas, si se enamoran se hacen novios, si se enamoran más se casan, si no se enamoran más terminan y siguen con su vida, no es como si fuera el fin del mundo.

En fin, Mason... El nerd de todos, mi enamorado de la infancia.

Escucho que tocan la puerta.

—Abre la maldita puerta quien seas, me voy a orinar—dice la voz que se me hace conocida, niego riendo—Ya abran es una emergencia!!—la voz se escucha muy aguda, me apresuró a retocarme, se escucha que toman un respiro y grita—Llego Andrés así que abre la puerta de una maldita vez—.

—Ya acabe tranquila Ella—digo riéndome al ver su cara de auxilio—¿Quieres una toalla? — en ese momento ella dio una cara de pocos amigos y para poner el universo en su contra la música paro y los del pasillo se le quedaron viendo, note como se sonrojo—Lo siento—susurre ella volteo los ojos y se metió al baño dando un portazo.

Seguí con la caminata hacia la sala cuando me topo con Jace.

-Preciosa-dice agarrando me de la cintura-¿Te esta gustando la fiesta que organice?-diría que si, pero mi orgullo ante todo, aparte su tono es más uno engreído, como si quisiera competir conmigo para ver quien hace las mejores fiestas de Secundaria, le volteo los ojos y dice-¿Qué, te comió la lengua el gato preciosa-.

-Ya quisieras querido, esto podrá ser de tu nivel, pero no se compara con mis fiestas-dije con mi voz fingida de engreísmo.

Si estas triste viste de Rosa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora