Ese día Iruka paseaba entre las estanterías de la biblioteca en el edificio de la Hokage. Shizune le habían pedido que encontrara unas carpetas con archivos viejos que estaban necesitando para completar más papelerío. Claramente no pudo negarse, así que ahí estaba, mirando atentamente los lomos de cada libro en los estantes.
Sus dedos acariciaban algunas etiquetas mientras las leía y a veces sacaba a medias las carpetas para hojear sus tapas y las volvía a guardar.Estaba tan absorto en su tarea que apenas si oyó que alguien más entraba en la sala. No fue hasta que oyó su nombre que reaccionó a la presencia de la otra persona.
- Iruka~ - Kakashi murmuró desde atrás y cerca del oído del moreno. Este último pegó un salto del susto y volteó con rapidez.
- Deja de hacer eso, maldita sea. - Exclamó exaltado Umino llevándose una mano al pecho y frunció el ceño molesto.
- Lo siento. - El más alto llevó una mano a su propia nuca y esbozó una sonrisa algo apenado (de esa sonrisa claramente solo se veía su ojo descubierto, pero se entendía la expresión) - ¿Que haces aquí? Se supone que deberías estar asignando misiones hoy ¿No? -
El castaño rodó los ojos soltando un suspiro y volvió a su labor. Siguió caminando y revisando estantes mientras el jonin le seguía el pasó siempre atrás. - La Hokage necesita unos archivos y Shizune me ha encargado a mí que los buscara. ¿Necesitas algo más? -
Estaba intentando ser lo más directo y seco posible, pero sin llegar a tratarlo mal.- ¿Sigues enojado por lo de hoy? - Kakashi relajó los hombros y bajó la cabeza mientras seguía andando detrás de su actual pareja.
Esa mañana habían tenido un pequeño problema. El jonin travieso como siempre, había estado coqueteando con el moreno mientras merodeaban en el edificio. La UNICA vez que Izumo y Kotetsu no estaban haciendo nada en la entrada de la aldea, los descubrieron diciendo cosas no aptas para todo público en medio de los pasillos y a Kakashi arrinconando a Iruka contra una de las paredes.
Los chistes y picas no tardaron en llegar por parte de los dos guardias, cosa que al jonin no molestaba en lo absoluto, pero Umino era un caso a parte.
Luego de haber salido de esa situación completamente enojado y avergonzado, había ignorado al de cabello claro todo el resto del día.Volviendo a la situación actual, Iruka se había detenido una vez más delante de una fila de libros y tomó uno en sus manos comenzando a ojearlo. Creía haber encontrado el fichero correcto.
Estaba por irse cuando nuevamente sintió al más alto acercándose a su espalda.- No me ignores, contesta por favor. - Musitó otra vez cerca de su oído cosa que le provocó un escalofrío al de la cicatriz en la nariz. Aún así, este no se movió un centímetro y solo miró al frente.
- Quítate, Hatake. - Luchaba por mantener su actitud firme sin darle atención al más alto, pero era difícil. Su corazón era débil ante aquel ninja y todo lo que este le dijera.
De un momento a otro, vio por el rabillo del ojo que el más alto había apoyado su mano en la estantería justo por encima de su cabeza y había acercado un poco más su cuerpo, sin llegar a tocarse aún.
Comenzó a sentir que su pulso se aceleraba lentamente y un suave rubor se instauró en sus mejillas.- ¿De verdad vas a tratarme así? ¡Que cruel eres! - Dijo fingiendo estar ofendido el hombre de máscara. - ¿No te pareció divertido? Estando en un lugar público, dónde cualquiera podría verte. - Comenzó a relatar en voz baja manteniendo la cercanía con el más bajo.
El moreno solo se quedó quieto y tragó saliva. Estaba dejando actuar demás a su pareja, pero no quería detenerlo.
- Sintiendo esa adrenalina de hacer algo incorrecto en un lugar poco adecuado. Teniendo que contener esas dulces reacciones que tienes cuando te toco. - Sus palabras se deslizaban con lentitud de su boca. Con la mano que tenía libre, bajó un poco la tela que le cubría la mitad del rostro dejándola ahora hasta la barbilla. Luego guardó esa mano en el bolsillo. - Incluso ahora alguien podría abrir aquella puerta y vernos así. ¿No te emociona eso, Iruka? -
El aliento caliente del más pálido rozaba la piel de su cuello y parte de su oído haciéndolo temblar. Despacio cerró el libro que traía entre manos tratando de concentrarse en mantener su respiración controlada. No podía hablar, no sabía que decir. Le estaba gustando simplemente escuchar sin siquiera verle a la cara.
- Como cuando deslizo mis manos debajo de tu buzo para acariciar tu linda cintura o cuando te agarro o golpeo tu trasero. - No pensaba ponerle un dedo encima, solo quería hacerlo reaccionar con sus palabras y estimulando su imaginación. Cómo excepción, terminó por juntar sus cuerpos arrimando su cadera al moreno. - ¿No te gusta cuando te tengo contra la pared? Porque realmente te ves hermoso y me enciende tenerte a mí merced. - Con la punta de la nariz rozó la oreja del castaño. - Vamos Iruka, respóndeme. ¿De verdad no te gusta? -
Estaba sintiendo demasiadas cosas a la vez. Pensar todas las situaciones que le iba relatando el más alto mientras lo sentía pegarse a él lo estaba matando... Con qué poco podía ponerse caliente. Ese hombre lo tenía loco. Cerró los ojos respirando profundamente y asintió un par de veces como respuesta. El libro temblaba levemente en sus manos y decidió aprisionarlo contra su pecho.
- Y ahora dime ¿Que te gusta que te haga? - Una sonrisa pícara se dibujó en sus labios. Sabía perfectamente el nivel de vergüenza que manejaba el más bajo y le parecía muy divertido provocarlo de está manera. - ¿Querrías que te bese como a ti te gusta ahora? Esos besos desesperados de cuando quieres avanzar rápido, cuando sientes que no puedes esperar más. Podría morderte los labios, el cuello. Me encantaría marcarte y que tuvieras que ocultar los chupones como cuando eras adolescente. -
Una de sus temblorosas manos bajó hasta su entrepierna despacio para tratar de acomodar su miembro que cada vez era más complicado de mantener oculto. En ese movimiento inquieto, aprovechó quizás con algo de vergüenza a tocarse por encima de la ropa. Desvió su mirada del frente hacia el lado contrario del que le hablaba Kakashi tanto para alejar un poco la respiración del más alto de su oído como para asegurarse de que nadie estaba entrando en la sala.
Hatake tenía razón, la adrenalina que estaba recorriéndole el cuerpo era increíble.- Imagina que te tomo de las muñecas y te inmovilizo contra estos estantes. Podría cogerte sin piedad ahora mismo. Podría ser cruel y castigarte por ignorarme todo el día, pero estoy casi seguro de qué es algo que te gustaría ¿No? - Presionó su pelvis un poco más contra el trasero del otro, ganándose un ligero suspiro por parte de Iruka. Lo tenía justo donde quería. Mordió suavemente el lóbulo de la oreja del más bajo y comenzó a sentir un suave movimiento de su parte. El moreno estaba refregándose contra él con timidez, pero con mucha necesidad acumulada.
Por fin el de cabello gris sacó la mano del bolsillo y la llevó con descaro a la entrepierna de su pareja dando un leve apretón en la zona a lo que Umino mordió sus propios labios para callar el gemido que quiso escapar.
- K-Kakashi... - Ya no estaba consciente de sus alrededores ni de su trabajo ni nada. Solo podía pensar en que quería hacerlo allí mismo en ese preciso momento.
Hatake no podía estar más feliz con lo que había logrado, pero así como comenzó, se detuvo. Retiro tanto su mano del estante como del miembro del contrario y luego separó sus cuerpos. - Pero supongo que esto tendrá que esperar. Tu tienes cosas que hacer y yo tengo algunos informes pendientes que entregar. - Dijo con total naturalidad. - Además creo que no te gusta la idea de hacerlo en un lugar público, así que puedo pasar por tu casa hoy después del trabajo para retomar esto con más privacidad. -
Volvió a meter ambas manos en los bolsillos de su pantalón y con una sonrisa inocente se retiró del recinto, dejando al castaño atónito.
Luego de unos minutos quiero apoyó la espalda contra la estantería y se deslizó hasta quedar sentado en el suelo.Iruka quería morir ahí mismo. Había dejado a Kakashi hacer lo que quería, había cedido a sus encantos y se dejó llevar por el momento, pero... ¿¡Y AHORA QUE HACIA CON LA ERECCIÓN QUE TENÍA!? ¡Maldita sea, Hatake! Shizune tendría que esperar un poco más por los informes. Necesitaba un rato para poder calmarse. Aún así sonrió para si mismo.
- Idiota... - Murmuró divertido y negó un par de veces con la cabeza. Así de particular como era su pareja, simplemente lo adoraba.
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KakaIru para llenar mí vacío emocional★
RomanceBienvenidxs a mí colección de historias de Kakashi x Iruka. Recopilo imágenes de la ship y escribo escenarios en base a eso. También pongo algunas ideas sueltas que tengo en la cabeza en palabras. Si tenés ideas para que escriba, estoy abierta a su...