La rivalidad de las flores: (Asuna x Kirito x Alice) SAO

Parte 11 Dulce Delirio +18 🔥🔥

Nota: "Leer bajo tu propia responsabilidad, esta parte es opcional para la historia, es solo una recompensa de mi parte para los lectores que han esperado en el Hiatus . Gracias. "

Anteriormente.

— Alice... Yo no puedo... — Ya yo había cedido a la tentación, si no lo hiciera, iba a caer profundamente en la locura.

Ella con una sonrisa victoriosa comenzó a acariciar mi mejilla mientras gozaba de su aparente triunfo.

— ¿Realmente crees que puedes conmigo? Kirito. — Comentó Alice quién estaba tentandome cruelmente por su tacto conmigo.

Ahora.

— Mi cuerpo, está muy caliente. — Alice aún no había salido de los efectos de las bebidas que tomamos hace horas, quizás por eso es que ella está actuando así de forma desvergonzada. Pensé yo.

— Alice, no deberíamos estar haciendo estas cosas, somos amigos, es un paso muy arriesgado. — Mi cuerpo también estaba subiendo la temperatura, por ello, mi cordura comenzaba a decaer, tener al frente a tan hermosa mujer como Alice era lo suficiente para volver loco a cualquier chico.

Ella dejó de acariciar mis mejillas y se separó de mi cuerpo al levantarse de la cama, camino rápidamente hacia la puerta de la habitación y la aseguró
minusciosamente. ¿ En qué estará pensando ella?

— Ya no habrá interrupciones. — Alice me intimidó con su pícara mirada, ella comenzó a quitarse nuevamente el vestido que traía sin pudor alguno, lo único que la cubría eran sus bragas blancas. —¿Preparado? —Terminó de acercarse nuevamente a mí, montandose con delicadeza en mis piernas y sujetando mis brazos.

— Pero, ¡Alice! — Aseveré con intensidad mientras me resistía a los impulsos carnales de ella antes de que yo cayera en los míos, realmente faltaba muy poco para perder los estribos. 

— Maldición Kirito ¡Dejate llevar! — Alice gruñó molesta, su mirada estaba tan determinada que me consumía cada vez que la encaraba.

Ella al notar mi silencio decidió continuar lo que dejamos hace poco, mientras ella sujetaba mis brazos con gran aferro, nuestras bocas se unieron en un baile salvaje, su lengua invadía todos los rincones de mi boca de una forma muy sensual, sus labios eran tan suaves y dulces que me embriagaban hasta la locura, mi cuerpo estaba comenzando a experimentar una gran exitación en niveles infernales, mi amiguito estaba atento a cualquier estímulo para alzarse, incluso los besos desenfrenados de Alice me alteraban los latidos, y su dulce y delicioso olor me enloquecía los sentidos escondidos. Sin hablar de la suavidad de sus pechos, que reposaban en mí tórax.

— ¿ Te gusta? — Preguntó Alice, con la mirada perdida en lujuria y su rostro con tonalidades rojizas.

— Sí, pero, siento que no debo aprovecharme de esto. — Ese fue la última de mis resistencias, a partir de acá mi racionalidad se tomaría unas vacaciones.

Inesperadamente, la cálida mano de Alice se reposó en mi zona inferior, la apretó un poco y comenzó a masajearla de una manera muy intrusiva, sus manos, sus toques estaban a otro nivel, su forma de masajear comenzaba a hacerme agonizar, aun con los pantalones puestos.

— Veamos si puedes seguir resistiendo. Espadachín negro. — Alice de manera muy atrevida abrió el cierre de mi pantalón, y sacó a mi compañero de su casa, masajeandolo en un suave y placentero vaiven de arriba hacia abajo. Mis instintos humanos habían emergido de la nada, mi mente se nublaba cada vez más, haciendo que yo jadeara a más no poder.

— Eso es, ah. — Mis jadeos no me dejaban hablar con naturalidad.

— Voy a probar esto. — Alice detuvo las agitaciones de su mano, ella me desprendió el pantalón y lo lanzó al otro lado de la cama en compañía de mi bóxer.