🍁Cuarta parte: "Otoño"

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Brian sonríe al notar la cabeza Roger tan cercana a la suya, tanto que puede incluso percibir su dulce aroma a... Sonríe, porque el olor que él tiene es ideal para lo que está por decir, no obstante, antes de que pueda emitir sonido alguno es el rubio quien habla.

     —¿Probablemente? —titubea, y Brian recuerda las palabras que dijo minutos antes.

     —B-Bueno, yo... —intenta explicarse, mas sus nervios y la voz de Roger de nuevo se lo impiden.

     —Me gustan tus explicaciones —empieza, y el más grande quiere creer que lo dirá, y así lo hace—. Pero, también, probablemente me gustas más tú.

     Brian intenta hacer contacto visual con él, sin embargo Roger ya ha acurrucado aún más su cabeza entre su cuello, impidiéndole hacer aquello y obteniendo una bonita vista como recompensa.

     —Bien —dice, más relajado y con una sonrisa risueña—. Sigue el otoño.

     —¿Qué hay con el otoño? ¿Habla de lo divertido que es el pisar las hojas de los árboles? —pregunta, y el rizado evita hacer una expresión de total ternura mientras una sonrisa se dibuja en su rostro al imaginar tan dulce escena.

     —No, mi primavera —dice, tratando de que el sobrenombre suene como algo cotidiano, sin embargo, siente perfectamente cómo el cuerpo contrario se tensa al lado suyo, mas decide ignorarlo—. Y hablando de eso, el otoño es tan feliz como la primavera, pues las semillas que en ella se plantaron finalmente dan sus beneficiosos frutos para todos, así que está de más mencionar que por todas partes hay felicidad y alegría.

     —Qué bien —lo escucha nervioso, y al haberle llamado como la primera estación del año cree que cometió un error, aunque todas esas perspectivas negativas cambian cuando, sin estar planeado en lo absoluto, Roger toma su mano con delicadeza, entrelazándola con la suya pese a la diferencia de tamaños. Brian sonríe y hace el agarre un poco más fuerte pero sin llegar a lastimarlo, acariciando apenas perceptiblemente el dorso de la mano del más chico.

     —La gente hace muchos bailes para festejar el otoño —continúa—. El otoño y su capacidad de enamorar a la gente. El otoño y su dulce aroma a un precioso día en el bosque, rodeado de naturaleza y magia. —Susurra, a una distancia poco lejana de su boca—. El otoño y su encanto. —Los mira, y el anhelo de besar sus labios se hace cada vez más fuerte. No obstante a eso lo disimula—. El otoño y sus rosados y suaves... a-atardeceres.

     —¿Entonces el otoño es mejor que la primavera?

     —Digamos que son iguales de... De maravillosos, ambos hacen felices al mundo y, extrañamente, se complementan entre sí, porque lo que ocurre en la primavera resurge, renace en el otoño. Y ésa es una conexión imposible de erradicar.

      Ambos permanecen un corto tiempo de silencio poco incómodo. Roger sabe qué decir, y decide hablarlo porque, al igual que Brian, no quiere callarse lo que lleva guardado durante tanto tiempo, y ésta es la ocasión; éste es lo momento perfecto para hacérselo saber.

     —Bri, ¿yo soy tu primavera?

     —Oh, por supuesto que lo eres.

     Sonríe con algo de timidez, pero está decidido, y eso nadie va a cambiarlo, por lo que sin vacilar lo pregunta de una vez por todas—: ¿Entonces tú podrías ser mi otoño?

Las cuatro estaciones ♛ MaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora