~ chapter fifteen ~

48 3 0
                                    

Minie me hizo una camisa genial. Rara. Es viernes y sigo sin tener noticias de Louis.

Hoy en el colegio lo vi en el aula cuando me iba para casa, y me saludó chiquito con la mano para que el profesor no lo viera.

Son las 11.30, última hora en que revisé el mail y nada. Mamá se volvió a ir al cine, estoy empezando a desconfiar un poco de sus idas al cine. No sé por qué me parece que algo raro esconde.

Gemma está abajo con los compañeros de la facu. Vinieron a hacer un trabajo. Después pidieron unas pizzas y se alquilaron una peli. Yo me hice un sandwich y subí con Minerva a mi pieza para no molestar. Minerva se despatarró en la alfombra al lado de un par de osos de peluche que, en realidad, osos no son. Uno es un elefante y el otro una jirafa. Ahora me voy a ver la tele un rato. Me pasé la tele de la pieza de mamá para acá ya que ella salió y Gemma está abajo. Ya no voy a bajar más a ver si tengo mail porque estoy en pijama y pantuflas. Me siento un poco solo acá arriba con tanta gente abajo.

Me gustaría salir y andar de acá para allá conociendo gente tanto como hace Gemma o un poco menos, pero mucho más que ahora.

Tuve que dejar de escribir porque Gemma me tocó la puerta. Me traía un pedazo de chocolate, de postre. Está rico. Bueno, mañana es mi primer día de salida en mucho tiempo. Ya estoy ansioso.

¿Qué estará haciendo Louis? ¿Y por qué no me escribe? Niall me dijo que seguro que ya escribe o que mañana lo veo posta cuando vamos a bailar, que ellos van siempre. No creo que si va a bailar, vaya a charlar conmigo, además jamás charlamos.

No voy a llegar y decirle: "Qué haces, como estás" y de plena charla cuando hasta ahora puro mail, un beso y nada más. No sé. Ah, algo re importante que me olvidé de contar del otro día. Lo vi bien cuando lo saludé. Tiene los ojos claros. Azules. Ojos profundos. Tiene el cuerpo trabajado, tipo gimnasio. Y las manos grandes de dedos gruesos. Mucho más no vi. Con los nervios que tenía en ese momento, lo único que quería era pasar de una vez por todas.

Es domingo. Todavía mamá y Gemma duermen. Seguro que se acostaron más tarde que yo. Volví a la 1 y media y todavía no estaban. Al final me puse la camisa verde, el pantalón negro y Gemma, antes de irse, me pintó los ojos. Llegamos más tarde, cuando ya había empezado porque pasamos a buscar a todas. Y Zayn a veces puede ser insoportable. Como 10 minutos nos tuvo esperando en el remís, muertos de frío. Para colmo, vivimos una en cada punta. Hacía como un mes que no iba a bailar. Obviamente nada había cambiado demasiado.

Fuimos a tomar algo. Una coca. Y de paso nos dimos una vuelta para ver quién estaba y quién no: subimos y cuando bajamos, compramos las gaseosas. Adentro hacía mucho calor. Dejamos las camperas en el guardarropa, cosa que detesto porque al final todo el mundo se mata para salir rápido y las chicas se amontonan, todas histéricas, para buscar cada una su campera.

Y después, otra vuelta. Y ahí lo vi a Gastón charlando con una chica. El otro amigo con otra y ni rastros de Louis. Ni los miré. En la escalera nos encontramos con Pablo, el de 16. Lo estaba buscando a Niall. Divino ese chico, tiene una cara de buen tipo. Osea que Niall se fue con él. Y nos quedamos los tres esperando que llegara la novia de Zayn. No sé si conté que está de novio hace un año con una amiga del primo. Fuimos para arriba, miramos para abajo. La típica ronda eterna. En el momento en que íbamos a bajar, lo vi a Louis bailando en el medio de la pista, del amontonamiento, con una morocha de pelo largo. Solo veía eso desde arriba. Ni idea de quién era la morocha. Bajamos y nos sentamos al lado del baño, desde donde teníamos la mejor panorámica para descubrir a la novia de Zayn por si llegaba, y para mirar. Que es una de las cosas que más se hace cuando se va a bailar.

La morocha era preciosa. Estaban al lado de los parlantes, a unos metros nomás, cerca de donde bailaban Niall y Pablo, que no paraban de charlar. Louis y la morocha tampoco dejaron de charlar en todo el tiempo que estuve ahí sentada. Cuando llegó  la novia de Zayn, lo sacaron a bailar a Liam y yo me quedé solo. Solo, lo que se dice solo, no porque Liam, para no dejarme ahí, se puso a bailar a mi lado. Igual, a mí no me molesta estar sentada y odio el: "¿No tenes un amigo para mi amigo?".

Mientras bailaban, pude ver a Louis más de lo que lo vi en toda mi vida. Tiene cara de hombre. Tiene rasgos duros. Ojos rasgados. Y aunque no se crea, desde donde estaba y cuando la luz me lo permitía, descubrí que tiene tres lunares que le atraviesan la mejilla derecha. Grande, pero no es feo. Y la sonrisa enorme. Estaba re simpático con la morocha. Es muy caballero. Te das cuenta al toque que lo ves. Es serio. Tanto lo miré que me vio. Me sonrió y me saludó con la mano. Le devolví el saludo y la morocha se dio vuelta y me miró intrigada.

Cuando Liam se cansó de bailar, nos fuimos a dar una vuelta y lo perdí de vista. No sé ni dónde se habría metido, ni quién era la morocha. A lo mejor tiene novia. Por eso no me escribe. La novia se puso re celosa de que me escribiera a mí pero ayer, cuando me conoció, se quedó tranquila, seguro. Al final, ni bailé. Y en el remís escuché las historias de los chicos. Como siempre, yo no tenía nada para contar.

so tired of love songs [💬1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora