❥ ¡Te salvaré, Rengoku-san! || ❝ KyoTan ❞

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"Atentado"(2/2)

El impacto del ataque había sido tan fuerte, que el cuerpo de Uzui salió expulsado contra los duros muros cercanos, rompiendolos en el proceso. Sangre bajaba por su frente, tenía múltiples fracturas por todo su cuerpo, pero aún podía seguir luchando y se levantó de los escombros.

– Daki, eres una estúpida, lo que tienes de hermosa lo tienes de idiota. ¿Cómo no puedes seguir una simple misión? Solo debías fingir ser una damisela en apuros. Mierda, estoy muy desorientado...- Su ceño se frunció, un aroma jodidamente repulsivo había llenado sus fosas nasales, se sentía mareado y le costaba controlar su respiración.

"¿Es esto una especie de sello creado por las ratas del Imperio Solar?"

Pensó el de cabellos verdosos. Sea lo que sea, lo mejor era retirarse, debía informarle pronto a Muzan. La joven albina ni siquiera podía moverse, el aroma era demasiado fuerte y su cuerpo era intolerable a él.

– Con que tú eres el responsable de todo esto. - Observó con rabia a Uzui. – Voy a matarte, puta escoria. - De su espalda sacó dos armas con forma de hoz, si bien se sentía desorientado por culpa del fuerte aroma, no se iría sin antes matar al hombre que había herido a su hermana menor.

El albino no respondió, en silencio se puso en guardia, no sería una lucha fácil. Dos hoz fueron lanzadas hacia él, por suerte logró esquivarlas aunque una de ellas rozo su brazo, causándole una gran herida. Repentinamente, las dos hoz volvieron a las manos del enemigo.

Frunció el ceño adolorido, gracias a esa herida, se dio cuenta de que aquellas armas con forma de hoz, estaban llenas de un fuerte veneno. Cerró sus ojos por unos momentos, debía concentrarse para controlar el flujo del veneno en su cuerpo, esto le daría aunque sea un poco de tiempo para seguir luchando antes de morir.

– ¿Por qué aún no te desplomas? Ese veneno es jodidamente potente, deberías haber muerto hace unos minut-...?! - Fue atacado repentinamente por el albino, pero logró bloquearlo con sus dos hoz, chocando sus armas brevemente. El shinobi tiró múltiples bombas al de cabellos verdosos.

– ¡Mierda! - El general del Imperio Lunar tomó en brazos a su hermana para llevarla a un lugar lejos de aquellas pequeñas pero peligrosas bombas.

Al instante Uzui también tomó en brazos al joven que sostenía a la niña y los dejó en un lugar lejos del campo de batalla. El hombre de cabellos verdosos logró salir ileso de ellas pero abruptamente recibió un fuerte corte en la barbilla, por poco y llegaba directamente a su garganta.

Enfurecido, quería matar y destrozar al albino, sobretodo quería deformar ese rostro suyo. Era apuesto y de seguro tenía muchas mujeres, eso lo hacía sentir una enorme envidia. Harto de juegos, se abalanzó al shinobi y con intenciones de decapitarlo, lanzó una de sus hoz hacia su cabeza pero debido a lo desorientado que estaba, solo logró hacerle un corte en el ojo.

"Ya no puedo seguir luchando, necesito llevarme a Daki y informarle a Muzan sobre el extraño aroma."

– No olvidaré tu cara, puta escoria. Volveré y te mataré, bastardo. - Advirtió para luego tomar en brazos a su hermana. Estaba listo para escapar pero unas cadenas sostuvieron con fuerza su pie.

– ¿Realmente creías que te dejaría escapar? - Soltó una cruel risa mientras sostenía con fuerza las puntas de sus dos armas, evitando que la cadena que las unía se afloje y que Gyutaro pueda escapar. – Tú no irás a ninguna parte.